El este de Europa es siempre una buena opción vacacional, ya que en muchos casos son destinos más económicos que otros países de este continente. Rumanía es un destino atractivo, ya que cuenta con varias ciudades interesantes, paisajes muy bonitos y sobre todo es el destino perfecto para los amantes de la lectura clásica ya que en este país se encuentra el que se conoce como el castillo del conde Drácula. En este post nos gustaría contarte cuál fue nuestra ruta en coche por este país.
Previamente nos gustaría deciros que Rumanía ha sido uno de los sitios donde menos nos ha gustado conducir. Las carreteras están bastante bien, pero los rumanos al volante no tienen paciencia, por lo que los adelantamientos en zonas prohibidas se producen continuamente. En muchos casos además, las carreteras de montaña de un solo carril tienen bastante tráfico, con lo que la conducción, por lo comentado anteriormente, no es lo más agradable. Así que si conducís por este país, nuestro consejo es que alquiléis un coche que tenga buen arranque para que la maniobra de adelantamiento sea lo más rápido posible rápida.
Paisajes de Rumanía
Otra aspecto que nos gustaría comentar sobre la conducción es la cantidad de perros muertos en la carretera que vimos. Sí, habéis leído bien. En Rumanía hay una cantidad enorme de perros que fueron abandonados en las montañas en la época comunista, cuando Bucarest sufrió un proceso de reordenación urbana y se construyeron miles de bloques de viviendas, por lo que muchos perros fueron abandonados al no poder vivir en estos lugares. A día de hoy, jaurías de perros se han reproducido y viven abandonados en las afueras de la ciudad. Esto hace que en carreteras remotas, te encuentres en los andenes perros paseando y algunos de ellos, acaban atropellados. En 5 días conduciendo por Rumanía, llegamos a ver a más de 5 perros muertos en la carretera. Así que mucho cuidado al volante y, obviamente, evitad conducir de noche.
En el mapa de Rumanía, en el desplegable de ruta por Rumanía, encontrarás todos los lugares que mencionamos en este post.
BUCAREST
No lo vamos a negar. Bucarest nos ha parecido una de las ciudades con menos encanto que hemos visitado. Tuvimos la suerte de que nos enseñaran la ciudad unos amigos locales, pero ni con esas pudimos verle algo de gracia a la ciudad. Además, Bucarest es la ciudad con más atascos de Europa, ya que se usa el coche para cualquier desplazamiento, tiene unas infraestructuras deficientes y la educación vial de los rumanos deja mucho que desear.
Aun así será seguramente tu puerta de entrada al país. Nosotras no le dedicaríamos más que un día a la capital. Eso sí, no dejes de ver el Palacio del Parlamento Rumano, el segundo edificio más grande del mundo después de El Pentágono estadounidense, ya que es, francamente, impresionante.
Parlamento de Bucarest
LA CARRETERA TRANSFĂGĂRĂȘAN
Al noroeste de Bucarest, en la parte sur de los Cárpatos, te vas a encontrar uno de los paisajes más bonitos de Rumanía: la carretera Transfăgărășan. Son 90 kilómetros de carretera, construida durante el mandato de Nicolae Ceauşescu en los años 70. Como respuesta a la invasión de Checoslovaquia por parte de la URSS, Rumanía quiso asegurarse un acceso militar rápido a través de las montañas en el caso de que la Unión Soviética intentase repetir el movimiento. El tramo más famoso de la carretera Transfăgărășan con unas curvas imposibles es bastante corto y se sitúa inmediatamente después del Lago Bâlea, por lo que te aconsejamos que te alojes por esa zona para que puedas disfrutar con más calma de los paisajes. Eso sí, ten en cuenta que desde mitad de octubre hasta abril, aproximadamente, la carretera se puede encontrar cortada si las condiciones climatológicas no son buenas.
Antes de entrar en la carretera propiamente dicha, puedes parar a ver la iglesia ortodoxa de Curtea de Arges, que es preciosa.
El tramo más famoso de la Transfăgărășan
SIBIU
Al otro lado de la Transfăgărășan, te vas a encontrar con Sibiu, una de las principales ciudades de Transilvania y que debes incluirla en tu ruta. En Sibiu se aprecia la influencia germánica en esta zona, ya que fue una de las principales ciudades fundadas por los Sajones de Transilvania en el siglo XII. La ciudad tiene un encanto especial y es que todas las casas del centro histórico parecen mirarte: las ventanas de los tejados crean un efecto óptico que parezca que las casas tienen ojos. Una ciudad muy bonita, no con mucho turismo, en la que puedes alojarte una noche para disfrutar de su ambiente relajado.
Casas de Sibiu
BIERTAN
Entre Sibiu y Sighișoara, te recomendamos que hagas una parada en Biertan, una pequeña localidad donde podrás encontrar una de las iglesias fortificadas más relevantes de Transilvania. Las iglesias fortificadas son iglesias construidas para desempeñar un papel defensivo en tiempos de conflicto. Suelen tener paredes gruesas, almenas y troneras, y están situadas normalmente en el centro del pueblo y en la cumbre de una colina. Esta región sureste de Transilvania tiene una de las cifras más altas de iglesias fortificadas existentes de los siglos XIII al siglo XVI.
La iglesia fortificada de Biertan es una de las más relevantes y es Patrimonio de la Humanidad, por lo que una breve parada en tu camino desde Sibiu a Sighișoara, bien merece la pena.
Vistas desde la iglesia fortificada de Biertan
SIGHIȘOARA
Sighișoara también se sitúa en la histórica región de Transilvania y también aquí podemos apreciar la arquitectura típica de la Alemania medieval. Los edificios de la ciudadela, la Torre del Reloj, su iglesia fortificada y su cementerio, son algunas de las cosas que no te puedes perder en tu visita por la ciudad. Además, es la ciudad natal de Vlad el Empalador, personaje en el que se inspiró Bram Stoker para dar a la luz al conde Drácula.
Calles de Sighișoara
VISCRI
Fue una de las sorpresas del viaje y uno de estos lugares que puedes ver cuando vas en coche. Entre Sighișoara y Brașov se encuentra este pequeño pueblo, que para llegar a él hay que desviarse un poco de la carretera principal. Pero merece la pena hacer una corta parada de camino a Brașov.
Es un pueblecito bastante remoto, donde pocos somos los turistas que paramos. Viscri también fue uno de los pueblos construidos alrededor de una iglesia fortificada. Merece la pena visitarla por dentro, ya que la panorámica que ofrece de la región es muy bonita. Las calles del pueblo de Viscri son la mayoría en tonos azulados, lo que le da un encanto especial al pueblo. La carretera hasta llegar al pueblo es de tierra, pero se puede hacer sin problema.
La iglesia fortificada de Viscri
BRAȘOV Y CASTILLO DE BRAN
Brașov es una de las ciudades más visitadas en Rumanía, debido a su cercanía con Bucarest. Está situada a los pies de la montaña Tampa, por lo que desde cualquier punto de la ciudad te verás rodeado de montañas. Tanto es así, que dicen que se ven de vez en cuando osos acercándose a la ciudad en busca de comida. Así que mucho ojo si te adentras en la montaña.
La ciudad es muy bonita, por lo que debes incluirla en tu ruta. Además el castillo de Bran está situado a tan solo 33 kilómetros, por lo que es un buen lugar para alojarse y visitar estos dos lugares.
El castillo de Bran es una fortaleza medieval que tiene un gran atractivo turístico, ya que se piensa que este castillo era la antigua residencia de Vlad el Empalador, y por ende, del conde Drácula. Pocas son las evidencias de que Vlad viviera allí en persona, sólo hay constancia de que pasó dos días en las mazmorras del castillo. Pero la leyenda de Drácula ha vencido a los hechos históricos y esta localización es una de las más turísticas en Rumanía. La arquitectura del castillo es única y merece la pena visitarlo, a pesar de lo turístico que es. No es gigantesco ni espectacular. Todo lo contrario: es un castillo más bien pequeño, con pasillos estrechos y muy laberíntico. Bien puede uno imaginarse en esos cuartos al conde Drácula.
El castillo del conde Drácula
Esperamos que esta ruta te ayude si estás pensando en visitar Rumanía en los próximos meses.