Situada al noroeste de Edimburgo, la isla de Skye es la segunda isla más grande de Escocia y la más septentrional del archipiélago de las Hébridas Interiores. Si quieres hacerte una ruta por las Tierras Altas de Escocia, te recomendamos que incluyas esta isla sí o sí. En ella encontrarás unos paisajes que te robarán el corazón y que parecen sacados de un cuento de hadas. En este post te queremos proponer una ruta en coche de dos días por la isla.
Paisajes de la isla de Skye
CÓMO LLEGAR A LA ISLA DE SKYE
Existen dos formas para entrar a la isla de Skye:
- Con el ferry: el trayecto se realiza entre Mallaig – Armadale y cuesta unas 15 £ (un coche y dos pasajeros). Los horarios del ferry puedes encontrarlos aquí. Si visitas Glenfinnan, será la opción más lógica para entrar a la isla.
- Por el puente: es la opción que nosotras elegimos tanto para entrar como para salir de la isla, básicamente porque esta opción es gratuita. Además si vienes del Lago Ness o Edimburgo será la vía más factible.
Siempre te puedes plantear entrar por un lado y salir por el otro, así te aseguras que aprovechas al máximo y abarcas más.
En el mapa de Reino Unido, en el desplegable de la isla de Skye, encontrarás todos los lugares que se mencionan este este post.
DÍA 1
Te recomendamos que tu primera parada sea Portree, la ciudad más grande de la isla. Esto no quiere decir que sea una ciudad grande, más bien todo lo contrario. Cuenta con un pequeño puerto pesquero bastante pintoresco, donde puedes parar brevemente y ver su estampa más conocida: las casas de colores situadas a la orilla del mar.
Portree
Una vez acabe tu paseo por Portree, te proponemos visitar la zona norte de la isla, tomando la carretera A855. Ya te darás cuenta que esta carretera empieza a estrecharse, convirtiéndose en una carretera de un carril para las dos direcciones. A lo largo de la carretera encontrarás los passing places, que funcionan de la siguiente manera: si tienes el passing place a tu izquierda, serás tú quien te tienes que meter y dejar paso al coche que viene delante.
La primera parada en la ruta por el norte será The Old Man of Storr. Se trata de un pináculo rocoso y es uno de los puntos más conocidos de la isla. Puedes hacer el trekking de 5 kilómetros para ver las vistas desde la cima. Muy a nuestro pesar, nosotras no pudimos realizar el trekking, ya que pinchamos la rueda del coche y estuvimos 3 horas en Portree esperando a que nos la arreglaran. Pero estamos seguras que no tiene desperdicio y, como siempre pensamos: siempre hay que dejarse algo, para poder volver.
Empiece del trekking de The Old Man of Storr
Tras el trekking, continúa por la A855 hasta el mirador de Kilt Rock and Mealt Falls. En el lado izquierdo podrás ver en primer plano la cascada Mealt Falls, cuya agua proviene del cercano lago de Mealt Loch y cae en picado desde la cima de los acantilados hasta la costa rocosa.
Detrás de la cascada se encuentra Kilt Rock, una formación rocosa de 90 metros, que recibe este nombre porque su forma se asemeja a una falda escocesa con sus pliegues.
Mirador de Kilt Rock and Mealt Falls
Otro de los miradores imprescindibles de la isla es el Duntulm Sea Viewpoint, situado en el noroeste de la isla. Desde aquí puedes ver el derruido castillo de Duntulm y unas magníficas vistas de la costa recortada de Skye.
Si puedes alojarte en esta zona de la isla, te lo recomendamos. La oferta no es muy amplia, pero puedes encontrar algún AirBnB en pueblos remotos y acabar el día dándote un paseo entre ovejas y vacas.
Paisajes de la isla de Skye
DÍA 2
El segundo día en la isla de Skye empieza en un lugar de cuento: Fairy Glen. Se trata de un lugar escondido y recóndito que ha recibido este nombre, ya que bien podría ser el lugar donde habitan las hadas. Pero no, no hay ninguna leyenda o historia concreta sobre hadas. El paisaje son varios montículos acolchados que invitan pasear entre ellos y subirte a los más altos para disfrutar de las vistas del entorno.
Paisajes de Fairy Gleen
Por cierto, si visitas este lugar por favor no muevas las piedras que veas por el camino, ya que es malo para el ecosistema de la zona y para los animales de pastoreo. Hay carteles que lo avisan y aún así son muchos los turistas los que las mueven de lugar, así que no te olvides de respetar esta norma.
Si nos dirigimos hacia el noroeste de la isla, podemos ver el pequeño pueblo de Dunvegan, donde su principal atracción es el Castillo de Dunvegan. Es el castillo escocés que más tiempo lleva habitado y ha sido el bastión del clan MacLeod durante más de 700 años. En 1933 se abrió por primera vez a los visitantes. Eso sí, prepara el bolsillo: la entrada cuesta 14 £, así que a no ser que seas un apasionado de los castillo, el precio no compensa.
La última parada en la isla son las Fairy Pools, una serie de cascadas naturales, que van formando unos pequeños estanques de aguas cristalinas en el río Brittle. El nombre viene también que, debido a la belleza del paisaje, podrían ser las piscinas de las hadas. Para ver todo el entorno tienes que dejar el coche en el aparcamiento de Glen Brittle y hacer una caminata de unos 2,5 kilómetros para ver todas las cascadas. Estas cascadas están situadas a los pies de la montaña Black Cuillins y la caminata es sencillamente espectacular. Nosotras no vimos a ninguno, pero dicen que es un lugar popular para nadadores experimentados, que viene aquí a bañarse en estas gélidas aguas.
Fairy Pools
Otra cosa que no debes perderte de la isla son las granjas a pie de carretera donde puedes encontrar las hairy coo, las famosas vacas escocesas. Estas vacas son peludas, ya que estos largos pelajes les protegen para soportar la climatología de Escocia y son autóctonas de las Tierras Altas. Así que si ves alguna granja puedes pararte a observarlas. Eso sí, nosotras vimos dos granjas donde podías darles de comer pienso para que se acercaran a ti. Nosotras preferimos verlas sin alimentarlas.
Hairy Coo
Esperamos que este post te sirva de utilidad para preparar tu visita a la isla de Skye. Y recuerda, cualquier rincón de la isla de Skye bien merece una parada. Así que haz caso a tu instinto, ya que en cada curva de la carretera querrás parar para observar los paisajes tan bellos, únicos e impresionantes que encontrarás por toda la isla.