La Ciudad del Vaticano, cuyo nombre oficial es Estado de la Ciudad del Vaticano, es un estado soberano dentro de la ciudad de Roma que tiene una extensión de 44 hectáreas y una población de 800 habitantes. Es la sede central de la Iglesia Católica Romana y aquí es donde tienes que acercarte para visitar la plaza de San Pedro, la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos.
En este post queremos contarte todo lo que no debes perderte en tu visita a la Ciudad del Vaticano.
LA PLAZA Y LA BASÍLICA DE SAN PEDRO DEL VATICANO
A pesar de la creencia popular, San Pedro no es la catedral de Roma, ya que la Archibasílica de San Juan de Letrán es la verdadera catedral de Roma. Sin embargo, la Basílica de San Pedro del Vaticano es el símbolo de la ciudad eterna y del cristianismo.
La basílica en datos es impresionante: ocupa 22.067 m², mide 186 metros de largo (con los muros y el pórtico son 218 metros), la fachada mide 114 metros de ancho, el diámetro de la cúpula son 42,56 metros y tiene 136,57 metros de altura hasta lo más alto de la cruz.
Un poco de historia
En la tradición católica, la basílica está situada en el lugar donde se enterró a San Pedro, que fue uno de los doce apóstoles y el primer obispo de Roma (hecho que se confirmó en 1950 cuando el papa Pío XII anunció el descubrimiento de la tumba de San Pedro).
En el año 64 hubo un gran incendio en Roma y el emperador Nerón responsabilizó a los cristianos de este hecho, por lo que Pedro (y otros muchos cristianos) fueron martirizados. Pedro fue crucificado cabeza abajo cerca del obelisco que había en el Circo de Nerón y fue enterrado a las afueras de dicho circo. El lugar estuvo marcado por una roca de color rojo y por ello los cristianos podían identificarla sin sufrir represalias.
Basílica de San Pedro del Vaticano
La historia de la Basílica de San Pedro comienza en el siglo IV cuando el emperador Constantino decide construir una basílica en el lugar donde había sido enterrado el apóstol Pedro. Sin embargo, el diseño actual es del siglo XVI, cuando el papa Julio II decide reemplazar la basílica ya existente por una nueva debido al mal estado de conservación de la basílica paleocristiana, que amenazaba con derrumbarse. La construcción comenzó el 18 de abril de 1506 y finalizó el 18 de noviembre de 1626. En el proyecto participan artistas de la talla de Bramante, Rafael y Antonio da Sangallo el Joven, aunque el proyecto definitivo es de Miguel Ángel.
Las obras comenzaron en 1506 y el proyecto fue encargado a Donato d’Angelo Bramante. Su proyecto consistía en un edificio con planta de cruz griega, inscrita en un cuadrado cubierto por cinco cúpulas, siendo la central la de mayor tamaño. Se inspiró en la Basílica de San Marcos y en la cúpula del Panteón de Agripa. Sin embargo, el proyecto no avanzó demasiado pues Bramante falleció en 1514.
A partir de 1514 se hicieron cargo de las obras Rafael Sanzio junto con Fray Giovanni Giocondo y Antonio da Sangallo el Joven. Cambiaron el plan de Bramante y optaron por una plaza de cruz latina con un cuerpo de tres naves.
Interior de la basílica
A partir de 1546 se encomendó la dirección de las obras a Miguel Ángel, que retomó la idea de Bramante de la planta de cruz griega, pero corrigiendo algunos problemas estructurales que existían en el proyecto original. Lo más importante del proyecto de Miguel fue la cúpula sobre el altar mayor que es simplemente espectacular ya que, aunque es muy pesada, parece que flota en el aire. La cúpula fue concluida 24 años después de la muerte de Miguel Ángel pero apenas se modificó el diseño de este gran maestro.
La configuración actual de la basílica en forma de cruz latina fue obra de Carlo Maderno, que también proyectó la fachada. La basílica fue concluida en 1626 y consagrada por el papa Urbano VIII.
Información útil
La Basílica de San Pedro del Vaticano es uno de los lugares más visitados de Roma por lo que es conveniente que madrugues para acercarte hasta aquí. Durante nuestra última visita, y debido a la pandemia del Covid-19, Roma apenas tenía turismo por lo que no tuvimos que lidiar con las odiosas colas que caracterizan a la ciudad eterna.
La entrada al interior de la basílica es gratuita y el horario es el siguiente: en invierno (de octubre a marzo) abre de 07:00 a 18:30 y en verano (de abril a septiembre) de 07:00 a 19:00. Debes saber que los miércoles por la mañana la basílica está cerrada hasta la 13:00 porque hay audiencia papal y que los domingos el papa reza el Ángelus asomado a la plaza, por lo que no es recomendable hacer la visita a la Ciudad del Vaticano, a menos que quieras asistir al rezo del Ángelus.
Para entrar en la basílica hay que pasar un control de seguridad y, debido a la pandemia del Covid-19, también te miden la temperatura. Como ya sabes, es la sede central de la Iglesia Católica Romana, por lo que debes llevar una vestimenta adecuada para entrar al interior, esto es, debes llevar las piernas cubiertas hasta la rodilla y los hombros tapados.
La plaza de San Pedro del Vaticano
La enorme plaza de San Pedro del Vaticano está situada a los pies de la Basílica de San Pedro. Es un enorme espacio elíptico que mide 340 metros de longitud y 240 metros de ancho, proyectada en el siglo XVII por Bernini. Es uno de los mejores ejemplos del arte de la contrarreforma en materia de espacios públicos. La plaza de San Pedro es el lugar donde se reúnen los católicos para rezar el Ángelus, recibir la bendición del papa los domingos y donde tienen lugar los actos religiosos más importantes.
La plaza de San Pedro
Lo más impresionante de la plaza de San Pedro son las 284 columnas y las 88 pilastras que bordean la plaza en un pórtico de cuatro filas. En lo alto de las columnas hay 140 estatuas realizadas por los discípulos de Bernini en 1670. También destaca el gran obelisco de granito rojo, de 25 metros y 300 toneladas situado en el centro. En el año 37 d. C. el emperador Calígula se llevó el obelisco de Asúan para adornar el circo de Nerón. Hoy en día es el único obelisco que ha estado situado en un mismo lugar desde hace 2.000 años.
A ambos lados de la plaza destacan las dos fuentes gemelas: en el lado norte está la fuente Antigua o de Maderno, creada en 1501 y en el lado sur está la fuente berniniana, construida por este artista en 1511. Por último, puedes buscar las ventanas de las habitaciones del papa y la Capilla Sixtina, con la chimenea para la fumara de los cónclaves.
El exterior de la basílica
La fachada principal de la Basílica de San Pedro mide 115 metros de ancho y 46 metros de altura y fue construida por el arquitecto Carlo Maderno, entre 1607 y 1614. Está precedida por dos estatuas de San Pedro y San Pablo y en la parte superior de la fachada hay una balaustrada donde puedes ver 13 estatuas que representan a Cristo Redentor, en el centro, Juan el bautista, a su derecha y once apóstoles, excepto San Pedro.
Fachada de San Pedro
El pórtico se encuentra situado entre los cinco arcos que se abren en la fachada. El acceso a la basílica desde el pórtico se realiza a través de cinco puertas: de izquierda a derecha son: “Puerta de la Muerte”, “Puerta del Bien y del Mal”, “Puerta de Filarete”, “Puerta de los Sacramentos” y “Puerta Santa”. Esta última permanece cerrada y tapada con cemento por su parte interior. Solamente el papa puede abrirla y cerrarla en los Años Santos, permaneciendo todo ese año abierta para el acceso de los fieles que pueden ganar indulgencias.
El interior de la basílica
El interior de la Basílica de San Pedro es simplemente espectacular y es imposible abarcar todo lo que hay en su interior. El espacio está dividido en tres naves separadas por grandes pilares: la nave central mide 187 metros de largo y 45 metros de altura lo que la convierte en la iglesia con el interior más grande del mundo. De hecho, en la nave central puedes ver en el suelo, las medidas de otras iglesias del mundo.
En los arcos de la nave central se encuentran estatuas de las virtudes y en los pilares hay esculturas de los 39 santos fundadores. Presta atención al tamaño de todas las esculturas, pues son enormes aunque la grandiosidad del espacio interior no las haga parecer tan grandes. El suelo de mármol también es espectacular: tiene elementos de la antigua basílica, como el disco pórfido rojo egipcio donde se arrodilló Carlomagno el día de su coronación.
En la nave de la derecha, en la primera capilla está la Piedad de Miguel Ángel, una escultura de bulto redondo hecha en mármol que representa a la Virgen María con su hijo Jesús en brazos. Simplemente espectacular.
Interior de la basílica
En el crucero y bajo la cúpula se encuentra el altar papal, enmarcado por el espectacular baldaquino de San Pedro obra del maestro Bernini. Fue construido entre 1624 y 1633 por orden del Papa Urbano VIII, de la familia Barberini. Mide 30 metros de altura y está sostenido por cuatro columnas salomónicas. Se realizó con bronce extraído del Panteón y, a raíz de este expolio se popularizó la locución: «Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini» («Lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini»). En el centro está el altar papal, que es un bloque de mármol blanco, en el cual solamente el papa puede celebrar la Eucaristía en ocasiones solemnes.
La cúpula de la Basílica de San Pedro, obra de Miguel Ángel, es impresionante y es la cúpula más alta del mundo: se eleva a 136,57 metros desde el suelo hasta la parte superior de la cruz externa. El diámetro es de 41,47 metros, algo más pequeño que la cúpula del Panteón de Agripa (43,3 metros).
No es posible acercarse hasta el presbiterio, con lo que hay que admirar desde la distancia. Aquí destaca la Cátedra de San Pedro, en el centro, que es un monumental relicario obra de Bernini que contiene un trono de madera que la leyenda medieval identifica con la cátedra de obispo perteneciente a San Pedro. También destacan el monumento de Paulo III y la tumba de Urbano VIII, situados a izquierda y derecha de la cátedra respectivamente.
Las vistas desde la cúpula de la basílica
La subida a la cúpula de la basílica es totalmente recomendable porque podrás disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad. Eso sí, debes de saber que el acceso no es gratuito.
La entrada está a la derecha de la entrada principal de la basílica. Hay dos entradas: la que no incluye ascensor, que cuesta 8 euros y en la que subes 551 escalones, y la entrada que incluye el ascensor para el primer tramo, que cuesta 10 euros y con la que debes subir los últimos 320 escalones a pie. Te advertimos que si eres claustrofóbico puede agobiarte, ya que hay algunos tramos estrechos, la pared se inclina y la sensación es de mareo y claustrofobia. Sin embargo, las vistas de Roma y de la Plaza de San Pedro desde las alturas son espectaculares.
Vistas desde la cúpula de San Pedro del Vaticano
LOS MUSEOS VATICANOS
Los Museos Vaticanos son, precisamente eso, varios museos que albergan alrededor de 700.000 piezas en sus más de 40.000 m². Hay de todo: desde restos arqueológicos de las grandes civilizaciones de la antigüedad, como la egipcia, hasta obras de arte de los más grandes artistas, como Rafael o Miguel Ángel. Como puedes imaginarte, es imposible poder ver todo lo que se expone en estos museos, ya que se necesitarían, por lo menos, varios días. Por eso es muy importante que planifiques bien tu visita y tengas claro cuáles son las obras imprescindibles que no debes de perderte.
Información útil
La entrada a los Museos Vaticanos suele ser uno de esos lugares con más colas en Roma por lo que es recomendable que reserves entrada online para evitarlas. Actualmente, y debido a la pandemia del Covid-19, solamente puedes acceder a los Museos Vaticanos con una entrada online, que puedes reservar en este enlace de su página. Nosotras reservamos nuestra entrada unos 45 minutos antes de entrar y fue algo insólito ver la entrada completamente vacía y sin colas.
Galería Chiaramonti
Los Museos Vaticanos abren de 08:30 a 18:30 (los domingos están cerrados) y la entrada cuesta 17 euros. El último domingo de cada mes la entrada a los Museos Vaticanos es gratis hasta las 12:30, aunque debes tener en cuenta que quizás por eso, las colas serán aún mayores en estos días. Calcula aproximadamente unas 3 horas para hacer el recorrido corto, aunque naturalmente puedes estar mucho más tiempo en los museos.
La página web de los Museos Vaticanos es muy recomendable. En ella no solo encontrarás toda la información que necesites, sino que puedes encontrar información muy útil de las obras imprescindibles que te puede servir en tu recorrido por las diferentes salas de los museos.
Los Museos Vaticanos
En este apartado, nos gustaría contarte cuáles son los museos más importantes y cuáles son las obras que no debes perderte en ellos. Así podrás disfrutar de la visita sin cansarte demasiado y, sobre todo, sin perderte lo más importante.
El Museo Pío Clementino
Fue el primer museo vaticano fundado en el año 1771. Cuenta con 12 salas en las que se exponen la colección más importante del mundo de esculturas griegas y romanas. Está compuesto por varias salas donde no debes perderte las siguientes obras:
- Apoxyomenos (en el Vestíbulo Cuadrado y Gabinete del Apoxyomenos) representa a un atleta. Está limpiándose el aceite de su brazo derecho con arena y un utensilio, ya que era costumbre de los atletas ungirse con aceite antes de cada competición y luego lavarse de esta manera.
- El Laocoonte y sus hijos (en el Patio Octógono) es el grupo escultórico más famoso y es la obra maestra de los escultores de Rodas, posiblemente esculpida en torno al 40-30 a. C. Representa a Laocoonte, sacerdote troyano del dios Apolo, y sus dos hijos siendo devorados por dos serpientes por oponerse al entrada del caballo en la ciudad de Troya.
- Apolo de Belvedere (en el Patio Octógono) del siglo II d. C. se considera hoy una copia del bronce realizado entre los años 330 y 320 a. C. por Leocares, uno de los artistas que trabajaron en el Mausoleo de Halicarnaso.
- Hércules (en la Sala Redonda) es una estatua de bronce que fue encontrada a mediados del siglo XIX cerca de Campo de Fiori, que era la zona donde estaba Teatro de Pompeyo. Representa a un joven Hércules apoyado en su maza y ha sido diversamente datada entre finales del siglo I d. C. y el comienzo del siglo III d. C.
Estatua de Hércules de bronce
- La Sala de los Animales alberga obras relacionadas con el mundo de la naturaleza y de la caza y los protagonistas son los animales, en relación con los héroes o dioses del mundo antiguo.
- La Sala de las Musas alberga una serie de esculturas que se representan en su mayoría a musas, aunque algunas estatuas han sido transformadas por los restauradores del siglo XVIII y se modificaron para representar musas.
- El Sarcófago de Helena de Constantinopla (sala en forma de cruz griega) es el sarcófago de pórfido rojo que alberga los restos de Helena, madre de Constantino. Las escenas del sarcófago son de carácter militar, una temática poco usual en un entierro femenino, por lo que quizá fue pensado para albergar el cuerpo de un componente masculino de la familia imperial.
Museo Chiaramonti
También dedicado a las esculturas griegas y romanas, entre otras, este museo está dividido en tres galerías: la Galería Chiaramonti donde hay esculturas y sarcófagos; la Galería Lapidaria donde hay gran variedad de epígrafes y la Galería Braccio Nuovo, con obras importantes de la escultura griega. Entre las obras imprescindibles no debes perderte:
- Augusto de Prima Porta (en la Galería Braccio Nuovo) representa a este emperador romano en el momento que hablaba a los soldados ataviado con una coraza y un manto alrededor de su cintura.
- Nilo (en la Galería Braccio Nuovo) es una estatua colosal que representa al Nilo como un anciano de costado, con una cornucopia llena de frutas. Hay una esfinge que evoca a Egipto y 16 figuras que representan los 16 codos que alcanzaban el agua durante la temporada de inundaciones.
Museo Gregoriano Egipcio
Es una colección pequeña dedicada al antiguo Egipto pero, como Sara no puede perderse una colección egipcia por pequeña que sea, os la recomendamos. Eso sí, no esperes una colección impresionante como la de otros museos europeos como El Louvre en París, el Neues Museum en Berlín, el British Museum en Londres o el Museo Egizio en Turín. Aquí no debes perderte:
- Sarcofago de Djedmut, cantora de Amon-Ra de Karnak y que data de la Dinastía XXIII.
- Naóforo Vaticano, representa a en el gesto de sostener un naos con la imagen de Osiris. Udjahorresne vivió entre fines de la XXVI dinastía e inicios de la XXVII, cuando Egipto se convirtió en una satrapía persa.
Naóforo Vaticano
La Galería de los Mapas
Es una galería donde hay 40 mapas pintados al fresco sobre los muros, que representan las regiones italianas y las posesiones de la iglesia a finales del siglo XVI. Es una galería preciosa, no solo por los mapas, sino por la decoración de sus muros y la bóveda.
La Pinacoteca Vaticana
Son 18 salas expuestas cronológicamente del siglo XII hasta finales del siglo XIX y alberga unas 500 pinturas. No es la pinacoteca más impresionante del mundo pero en sus salas están expuestas obras con de las mejores escuelas italianas. Entre las obras imprescindibles están:
- Los Ángeles de Melozzo da Forli: son fragmentos con diferentes ángeles que decoraban el ábside de la iglesia de los Santos Apóstoles de Roma, con fondo azul y una gama de colores muy suaves.
- La Transfiguración de Cristo de Rafael, una pintura dividida en dos escenas: la superior con la figura de Cristo como protagonista, que está rodeado de luz junto a los apóstoles; y la inferior, donde aparece un niño, representado como poseído por el demonio.
- San Jerónimo de Leonardo da Vinci, es una obra inacabada por lo que es muy interesante ver cómo este genio trabajaba sus obras. Representa a San Jerónimo entre las rocas y el león que aparece en primer plano, apenas insinuado, es uno de los atributos de San Jerónimo.
- El Descendimiento de la Cruz de Caravaggio, representa este momento de gran dramatismo, reflejado de forma más acentuada en el rostro de María, que levanta sus brazos hacia el cielo.
Ángel de Melozzo da Forli
La Colección de Arte Contemporáneo
Es una colección que se inauguró en 1973 y que cuenta con 8.000 obras dedicadas al arte contemporáneo. El papa Pablo VI quiso establecer un diálogo entre la iglesia y la cultura contemporánea y por eso se inaugura esta colección donde se pueden ver obras de artistas tan importantes como Van Gogh, Matisse o Dalí. Entre las obras destacadas no debes perderte:
- La Pietà de Vicente van Gogh, pintada poco antes de la muerte del pintor. Es una de las pocas obras religiosas de van Gogh, a pesar de que era un hombre de profunda fe.
- L`Annuncio de Salvador Dalí.
La Capilla Nicolina
Es una capilla construida bajo el pontificado de Nicolás V, de cuya decoración se encargó a Fra Angelico a mediados del siglo XV. Fra Angelico pintó la vida de San Esteban y San Lorenzo, con escenas de gran naturalismo y de colores pasteles.
Las Estancias de Rafael
Tras la Capilla Sixtina, las Estancias de Rafael son, posiblemente, una de las salas más importantes de los Museos Vaticanos. Son los apartamentos privados del papa Julio II, que decoró Rafael y sus discípulos entre 1508 y 1524.
La estancia de la Signatura es una sala rectangular con una iconografía propuesta por Julio II cuyo tema central es la Verdad, el Bien y la Belleza, los tres trascendentales de la filosofía clásica. Destacan:
- La escuela de Atenas, considerada la obra maestra de Rafael, representa la búsqueda de la Verdad. En el centro de la escena están Platón y Aristóteles en el interior de una gran edificio con bóveda de cañón.
La Escuela de Atenas de Rafael
- La disputa del Sacramento representa el triunfo de la Fe cristiana. En la parte superior de la escena está Jesús, Maria y San Juan Bautista, rodeados de los apóstoles y santos; mientras que en la parte inferior aparece un altar con una custodia que guarda el Santo Sacramento y los teólogos y doctores de la Iglesia.
La estancia de Heliodoro debía confirmar la autoridad del papado y los intereses de Julio II y en sus muros se narran cuatro episodios sobre la protección de Dios al pueblo escogido, que son «La expulsión de Heliodoro del templo», «El encuentro de León Magno con Atila», «La misa de Bolsena» y «La liberación de San Pedro».
La estancia del Incendio del Borgo fue realizada bajo las órdenes del papa León X. Era la sala que servía de comedor y está decorada con episodios relacionados con anteriores papas que se llamaron León y que tuvieron alguna conexión con León X. Destaca el incendio del Borgo que narra el incendio sucedido en el barrio del Borgo en el año 847 y con se apagó milagrosamente con la bendición de papa Leon IV.
La Estancia de Constantino fue encargada por el papa Leon X y la ejecución de las pinturas se debe aparte de sus discípulos. Entre las pinturas destacan la Visión de la Cruz, la Batalla de Constantino contra Majencio, el Bautismo de Constantino y la Donación de Roma.
La Capilla Sixtina
Es, sin duda, la obra más importante de los Museos Vaticanos y la obra maestra del genio Miguel Ángel. Es la última sala que debes visitar en los Museos Vaticanos para que su perfección no eclipse el resto de obras espectaculares que albergan los Museos Vaticanos. Fue construida entre 1471 y 1484 y en el interior de esta capilla tienen lugar los cónclaves y las ceremonias oficiales, como los nombramientos papales.
No nos vamos a explayar explicando cada una de las escenas que puedes ver en sus muros y bóvedas pero las más destacadas son, sin duda, las nueve escenas rectangulares sobre la creación y la caída del hombre en la bóveda, con esa escena de la creación de Adán, y la escena del Juicio Final en el muro sobre el altar mayor.
La capilla Sixtina es el lugar para emborracharte de arte, para tomarte tiempo. Aquí no se pueden tomar fotos y hay bastantes vigilantes que evitan que los visitantes levanten la voz y se sienten en el suelo. A pesar de que es el lugar de los Museos Vaticanos donde más gente vayas a encontrar, te recomendamos que intentes evadirte y disfrutes de esta obra de arte del gran artista Miguel Ángel.
Esperamos que este post te sirva de ayuda para planear tu visita a la Ciudad del Vaticano y que puedas exprimir al máximo su visita.