Palermo es la capital de Sicilia, está situada en el noroeste de la isla y es una de las ciudades más interesantes para visitar en tu ruta por Sicilia. Es caótica, sucia, decadente y ruidosa pero aún así tiene algo que a nosotras nos gustó mucho. En este post nos gustaría contarte qué hacer si vas a pasar unos días en la capital siciliana.
UN POCO DE HISTORIA
El territorio que ocupa la actual ciudad de Palermo y sus alrededores ha estado habitado desde época prehistórica, como demuestra la presencia de pinturas rupestres en la cueva de Addaura, al norte de la ciudad.
Sin embargo, es en el siglo VIII a. C. cuando los fenicios fundaron la ciudad de Palermo, ya que era un puerto natural. Precisamente por su situación geográfica se convirtió en una de las ciudades fenicias más importantes. De esta época se conservan algunos restos arqueológicos en la ciudad. Entre los siglos VIII y VI a. C. los griegos colonizaron Sicilia y le dieron el nombre de Panormo a la ciudad, que significa “puerto fluvial”.
Edificio de Palermo
En el año 254 a. C. los romanos conquistaron Palermo, que previamente había estado en manos de Cartago. De hecho, los romanos tuvieron que defender bien la ciudad de los ataques de los cartagineses que intentaban reconquistarla. Durante el período de dominación romana, el nombre de la ciudad fue Panormus y aquí se establecieron muchos legionarios romanos.
Tras la caída del Imperio Romano, los vándalos fundaron su imperio en el año 439, con Cartago como capital y se anexionaron Palermo. Después fue recuperada por los bizantinos que la mantuvieron en su poder durante tres siglos.
Durante los siglos IX y X Sicilia fue conquistada por los musulmanes y Palermo se convirtió así en la capital del emirato de Sicilia. Durante este período se amplió el puerto y se construyeron palacios, jardines y mezquitas.
En 1061, los normandos comenzaron la conquista de Sicilia y, tras varios intentos de conquistar la capital, lo consiguieron en 1072. El máximo esplendor de la ciudad coincidió con el reinado de Federico II de Suabia y fue en ese momento cuando se construyeron los edificios de la Martorana, la capilla Palatina y el palacio de los Normandos.
En 1282 la ciudad fue ocupada por austriacos y españoles. Durante esta época la ciudad vio crecer su población y se construyeron numerosos edificios barrocos aunque durante esta época Palermo se convirtió en una simple villa porque los Borbones unificaron Sicilia con el Reino de Nápoles en 1734 y la corte real se trasladó a Nápoles.
En 1866 hubo una revuelta de carácter anti-unitario, la llamada revuelta “del sette e mezzo”. Desde entonces, la historia de Palermo siguió la historia de la italiana, con la contribución de los sicilianos a todas las guerras para la expansión del territorio.
Recientemente la historia de la ciudad se ha caracterizado por la lucha contra la mafia. Os dejamos este post de Mochileando por el Mundo por si queréis saber más de la mafia italiana.
Grafiti de Palermo
QUÉ HACER EN PALERMO
Palermo es una ciudad muy interesante que bien merece un par de días, aunque si no tienes mucho tiempo también es posible ver todo lo imprescindible en un día. El casco histórico se puede patear perfectamente a pie y, además, ahí reside parte de su encanto.
En el mapa de Italia, en el desplegable de Palermo, encontrarás todos los sitios que mencionamos en este post.
Visitar la Catedral de Palermo
La catedral de Palermo es uno de los edificios más icónicos de la ciudad y una de las catedrales más bonitas y originales que hemos visto. Está situado en la famosa calle Via Vittorio Emanuele y tiene un fuerte estilo oriental.
En 1185 el arzobispo de Palermo mandó levantar una basílica bizantina, con tres ábsides, para reemplazar la antigua mezquita y para que se convirtiera en símbolo de poder religioso. La catedral es preciosa en su exterior: la fachada está flanqueado por torres y pequeñas columnas y está unida por dos arcadas ojivales al campanario. El interior es amplio y blanco y es un poco frío si se compara con el exterior.
Catedral de Palermo
Los horarios de visita oficiales son de 07:00 a 19:00 los días laborales y de 08:00 a 19:00 los domingos y festivos. La entrada es libre, pero si se quieren visitar las Tumbas Reales, el Tesoro y la Cripta o los Tejados hay que pagar una entrada. La entrada conjunta son 10 euros y por separado cuesta lo siguiente: a los Tejados 5 euros; a la Cripta 5 euros y a las Tumbas Reales 1,50 euros. Estos tres lugares solamente pueden visitarse de lunes a sábado desde las 09:00 hasta las 17:30, con último acceso a las 17:00, y los domingos desde las 10:00 hasta las 18:00.
Visitar el Palacio de los Normandos
El Palacio de los Normandos es la actual sede de la asamblea Regional Siciliana y está situado en frente a la Piazza Della Vittoria. Fue levantado por los árabes sobre ruinas púnico-romanas pero fueron los normandos los que lo ampliaron para convertirlo en la sede política de su reino.
En su interior encontramos la Capilla Palatina, una obra maestra de los musulmanes que en 1143 confeccionaron el maravilloso artesonado de muqarnas decorado con figuras e inscripciones. La Capilla Palatina es impresionante. Fue construida por Roger II en 1192 en estilo gótico normando. Esta pequeña capilla tiene tres naves y lo que la hace tan bonita es que está revestida de gigantescos mosaicos de fondo de oro y puedes ver imágenes religiosas mezcladas con elementos naturalistas. Destaca el Pantocrátor, que está escoltado por una serie de ángeles con las alas desplegadas.
Pantocrator del Palacio de los Normandos
El Palacio de los Normandos abre de lunes a sábado de 08:15 a 17:40; los domingos y festivos de 08:15 a 13:00 pero ten en cuenta que los domingos la Capilla Palatina puede estar cerrada a las visitas desde las 09:30 hasta las 11:30 por el horario de misa. La entrada cuesta 10 euros si solo se visita la Capilla Palatina y 12 euros si se quieren visitar también los apartamentos reales.
Perderse por las callejuelas
La mejor forma de conocer Palermo es a pie y por eso te recomendamos que vayas caminando de un lugar a otro. Puedes pasearse por las calles principales como Via Roma o Via Vittorio Emmanuelle, pero lo realmente recomendable es perderse por sus callejuelas e ir descubriendo pequeñas plazas o calles con encanto. La mayoría de los edificios en Palermo están en un estado casi ruinoso, lo que le da cierto aire de decadencia, pero ahí reside parte de su encanto.
Calles de Palermo
Perderse por algunos de sus mercados
Palermo tiene varios mercados interesantes de visitar, sobre todo si eres de esas personas que disfruta paseando entre los puestos de comida. A nosotras nos encantan. El mercado de La Vucciria es el mercado histórico más importante de la ciudad. Se decía que en la Vucceria el pavimento no se secaba nunca porque corría demasiada agua para mantener el pescado fresco. Sin embargo, hoy solo quedan algunos puesto de fruta y pescado.
El mercado Ballarò es el más grande entre los mercados de la ciudad, con fruta y verdura fresca, quesos, carne, pescado, etc. El domingo por la mañana se convierte en un enorme mercado donde se venden objetos de todo tipo como televisores, cacerolas, tocadiscos, etc. El mercado Il Capo es el mercado del pescado por excelencia, aunque se puede encontrar de todo.
Puesto de un mercado de Palermo
Ver Quattro Canti y la Piazza Pretoria
Los Quattro Canti es una plaza octogonal que está situada en el cruce entre las dos principales vías de Palermo: la vía Maqueda y il Cassaro, hoy conocida como Corso Vittorio Emanuele. En 1606 el virrey encargó la organización urbanística de la ciudad a través de un cruce inspirado en el de las Quattro Fontane de Roma.
Muy cerca de los Quattro Canti está la famosísima e icónica Piazza Pretoria, centro neurálgico de la ciudad. La plaza está rodeada por edificios interesantes como el Palazzo Senatorio, es decir, el palacio municipal; las iglesias de Santa Catalina y de San Giuseppe dei Teatini, colocadas justo una frente a la otra, y en el centro, está la Fontana Pretoria.
Plaza Pretoriana
Teatro Massimo, la mayor ópera de Italia
El Teatro Massimo es el mayor de los teatros de ópera de Italia y el tercero más grande de Europa y está dedicado al rey Víctor Manuel II de Italia. Se inauguró en 1897 con la obra Falstaff, de Verdi.
El edificio es de estilo neoclásico y la fachada principal tiene una escalera monumental con dos leones de bronce a los lados, que son alegorías de la Tragedia y la Lírica. Sobre las seis columnas se puede leer “L’Arte rinnova i popoli e ne rivela la vita”, es decir “el arte renueva los pueblos y en ellos revela la vida”. Si eres cinéfilo, debes saber que en este edificio se rodaron las escenas finales de «El Padrino III» (Francis Ford Coppola, 1990).
Teatro Massimo Palermo
Subir al último piso de La Rinascente
Si quieres tener unas buenas vistas de la ciudad de Palermo te recomendamos que subas al último piso del centro comercial La Rinascente, situado en pleno centro de Palermo, junto a la iglesia de San Domenico. Allí hay una cafetería con una terraza donde puedes sentarte a tomar un café, aunque si le echas un poquito de morro, como nosotras, puedes subir para ver las vistas nada más. Imaginamos que el café no será muy barato.
Vistas de Palermo
Visitar Monreale
Monreale está a 2 kilómetros al sur de Palermo y si vas a pasar un par de días en Palermo te recomendamos que vayas a hacer esta visita de medio día ya que en Monreale puedes visitar su catedral, considerada uno de los mayores logros del arte normando en todo el mundo.
Fue fundada en 1172 por Guillermo II de Sicilia y es conocida por los impresionantes mosaicos dorados con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Sin duda, es una de las catedrales más bonitas que hemos visto.
Mosaicos de la Catedral de Monreale
Te recomendamos que hagas la visita de tal forma que estés en Monreale a la hora de comer para poder ir a Le Barrique, uno de los lugares en los que mejor comimos en Sicilia. Los involtino de carne estaban espectaculares pero no olvides reservar un hueco para el tiramisú. ¡Delicioso!
Catacumbas de los capuchinos
Situadas bajo un convento de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, se encuentran estas catacumbas ceremoniales que contienen aproximadamente 8.000 momias. En el siglo XVII los frailes excavaron criptas subterráneas para enterrarse aunque con el paso de los años las familias de Palermo también pudieron enterrarse aquí. Así, estas catacumbas divididas en secciones: sacerdotes, niños, vírgenes, frailes, profesionales, hombres, mujeres y ancianos.
Puedes visitar las catacumbas de 09:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00. La entrada cuesta 3 euros y no está permitido hacer fotos ni vídeos en su interior.
Disfrutar de la gastronomía siciliana
La gastronomía en Italia no suele decepcionar y en Palermo, la capital siciliana, debes probar todas las especialidades características de la isla. Comer es un placer y a nosotras nos encanta probar la gastronomía de los lugares que visitamos. En lugares como Palermo, vayas donde vayas seguro que vas a acertar y vas a comer bien y rico: deliciosas pastas, pescados, involtini, arancini, cannolos y helados. Es inevitable volver con algún kilo de más.
Palermo es uno de los mejores sitios para disfrutar del street food y es que en la Piazza de Caracciolo hay puestos de comida callejera por la noche donde puedes probar platos típicos sicilianos a muy buen precio.
Tomarse un buen helado
No somos especialmente golosas pero tampoco rechazamos un buen helado, y menos en Palermo. Así que no puedes irte de Palermo sin tomar un buen helado y si es de pistacho, mucho mejor. ¡Riquísimo!
Riquísimos helados
Esperamos que este post te sirva para planificar tu visita por Palermo, que seguro que es una parada dentro de tu ruta por Sicilia.
Estoy recién llegando a Palermo y sus comentarios me han ayudado muchísimo. Los mejores que he leído.
Muchísimas gracias Emma! Espero que disfrutes mucho de Palermo!