Lanzarote es la más septentrional y oriental de las Islas Canarias. Aunque no supera los 800 km², la isla tiene gran diversidad de paisajes y mires donde mires, encontrarás belleza: volcanes, lagos de lava, cráteres, playas de arena dorada, aguas cristalinas… En este post te contamos todo lo que tienes que saber para organizar tu viaje y cuáles son los sitios imprescindibles de Lanzarote.
UN POCO DE HISTORIA
Antes de que se iniciara la conquista de la isla, en 1402, Lanzarote se hallaba habitada por los majos, un pueblo de raíz bereber y origen norteafricano que habría llegado a la isla en torno al año 500 a. C. y llamaban a la isla Tite-Roy-Gatra.
Ya los antiguos griegos tenían conocimiento de la existencia de las Islas Canarias, llamándolas Hespérides. Su nombre actual se debe al navegante genovés Lancelotto Malocello quien visitó la isla, comerció con sus habitantes y parece probable que le diera el nombre de Lanzarote. Además, recientes hallazgos arqueológicos confirman la presencia del Imperio Romano en el archipiélago canario, evidenciando que era una encrucijada de pueblos y culturas mucho antes de su conquista por el Reino de Castilla en el siglo XV.
Paisajes de Lanzarote
La conquista definitiva de la isla se produjo con la expedición de los normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle, al servicio de Enrique III de Castilla. Cuando llegaron a la isla en 1402 se establecieron en el sur. La conquista supuso un salto de la edad de piedra a la moderna civilización europea.
En 1454 se otorga a Diego de Herrera y doña Inés Peraza el señorío de Lanzarote y comienza la época de dominio castellano sobre la isla bajo la forma de señorío. A partir de ahora, la isla mantendrá una estructura de poder feudal, hasta la abolición en 1812 por las cortes de Cádiz.
Uno de los grandes acontecimientos que sufrió la isla fue la erupción de Timanfaya (1730-1736), un ciclo de erupciones volcánicas que sepultó varios pueblos, provocó el éxodo de sus habitantes y dio lugar a un paisaje volcánico prácticamente inalterable. Esta erupción cambiaría el paisaje de la isla para siempre.
Hasta 1852 la capital de la isla era la Real Villa de Teguise, pero a partir de ese momento se trasladó la capital a Arrecife. La causa es muy simple: Arrecife tenía puerto y con la aparición de los grandes comercios, el puerto fue creciendo en tamaño, necesidad e importancia. Era la puerta de entrada y salida de la isla.
Fachadas de Teguise
Durante la primera mitad del siglo XX la actividad principal de la isla fue la agricultura y la industria pesquera. No fue hasta los años 60-70 cuando se empezó con el turismo como una actividad económica en la isla. En 1966, el artista lanzaroteño César Manrique se instala definitivamente en Lanzarote transformando la isla en un destino turístico respetuoso con su paisaje e identidad cultural.
DÓNDE ALOJARSE
Con sus casi 80 kilómetros de largo, Lanzarote es una isla muy manejable para ir de un lado a otro en coche, por lo que la elección de dónde alojarte en Lanzarote va en función de lo que busques.
Puedes elegir entre buscar un alojamiento bien comunicado o más apartado, en una localidad grande o en un pueblo más aislado… Vas a encontrar opciones para todos los gustos.
A continuación, te contamos dónde nos alojamos nosotras y las zonas que más nos gustaron para alojarnos.
- Puerto del Carmen: es un lugar muy guiri, pero si buscas un sitio céntrico en la isla, bien comunicado y con supermercados a mano, es una buena opción. Además, si buceas la mayoría de inmersiones se hacen desde Puerto del Carmen así que si te alojas aquí te evitas madrugar para bucear. Nosotras nos quedamos en esta zona porque buceábamos y el apartamento en el que estuvimos estaba muy bien situado.
- Punta Mujeres, La Santa o Caleta de Famara: si buscas pueblos tranquilos, pequeños y costeros, a nosotras estos tres nos parecen ideales.
- Yaiza y Uga: si quieres alojarte en el interior en pueblos pequeños, estos dos nos gustaron mucho, además están muy bien comunicados. También la zona de Teguise puede ser una buena opción.
- Playa Blanca: también está bien contar dónde no nos alojaríamos. Tras recorrernos la isla de Lanzarote, creemos que alojarse en Playa Blanca es una mala opción, ya que vas a estar muy alejado de todo lo que hay que ver, y, además, es una zona muy guiri sin encanto.
TICKET COMBINADO
Si quieres ahorrarte algo dinero en las entradas de las atracciones turísticas de Lanzarote, existe un ticket que combina varias visitas imprescindibles de Lanzarote. El precio varía en función de las atracciones que quieras visitar en la isla y aquí te contamos las 3 opciones que tienes:
- Bono de 3 centros: cuesta 23,50 €. Hay que elegir dos visitas entre estas tres opciones: Montañas del Fuego, Jameos del Agua y Cueva de los Verdes; y además elegir una de las dos opciones siguientes: Jardín del Cactus o Mirador del Río.
- Bono de 4 centros: cuesta 29 €. Hay que elegir cuatro visitas entre estas cinco opciones: Montañas del Fuego, Jameos del Agua y Cueva de los Verdes, Jardín del Cactus o Mirador del Río.
- Bono de 6 centros: cuesta 35 € e incluye las visitas de Montañas del Fuego, Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador del Río, Jardín del Cactus y Museo Internacional de Arte Contemporáneo – Castillo de San José.
IMPRESCINDIBLES DE LANZAROTE
En este mapa de España, en el desplegable de Lanzarote, encontrarás marcados todos los lugares que te recomendamos en este post.
Montañas del Fuego – Parque Nacional de Timanfaya
“El primer día de septiembre de 1730, las verdes llanuras y las blancas aldeas del sudoeste de Lanzarote se vieron sorprendidas por la más violenta erupción volcánica de que se tenga memoria, tanto por duración del fenómeno – seis años – como por la abundancia de una lava que sepultó diez pueblos y cubrió con un manto de magma incandescente la cuarta parte de la isla.”
Este texto, que se puede leer en el centro de visitantes de Timanfaya, resume la explosión volcánica que cambió por completo la isla de Lanzarote y que ha dejado uno de los paisajes volcánicos más impresionantes que puedas ver. El Parque Nacional de Timanfaya es la joya de Lanzarote y es una visita imprescindible en la isla.
Parque Nacional de Timanfaya
La visita al Parque Nacional de Timanfaya se hace en autobús, ya que se trata de un espacio protegido y, por ello, no está permitido caminar. Puedes llegar en coche hasta el parking de Timanfaya, donde debes dejar tu coche y, desde ahí, montarte en los autobuses que salen de manera continua. Una visita imprescindible donde te aseguramos que estarás embobada mirando por la ventanilla, observando el paisaje, sus colores y sus texturas, que cambian constantemente y que se asemejan a un paisaje sacado de otro planeta. Las fotos, te aseguramos, no hacen justicia a la realidad.
Una vez hecha la visita en autobús puedes ver el Islote de Hilario, un lugar donde la superficie está a 250°C y donde podrás ver cómo se genera un géiser artificial con agua fría o acercarte a ver el Restaurante el Diablo.
No debes dejar de visitar el Centro de Visitantes e interpretación de Timanfaya, donde se puede visitar una exposición permanente que explica a los visitantes el fenómeno vulcanológico de las Islas Canarias y de Timanfaya, además de su flora, fauna y litoral. Imprescindible para entender todo el contexto de la isla. Además, la visita es gratuita.
Una de las actividades que no te recomendamos en tu visita a Timanfaya es ir el Echadero de los Camellos, donde se realizan paseos en camello.Todas las actividades turísticas que incluyan el uso de animales debemos evitarlas, ya que no son actividades compatibles con el turismo responsable.
Parque Natural de Los Volcanes
Ya fuera del espacio protegido de Timanfaya, se encuentra el Parque Natural de los Volcanes, donde hay varios volcanes que se pueden visitar y que son una buena manera de hacer senderismo y disfrutar de unos paisajes chulísimos.
El Volcán del Cuervo fue el primer volcán surgido de la erupción de Timanfaya (1730-1736). La apertura de su único cráter el día 1 de septiembre de 1730 supuso el inicio de un proceso natural que cambiaría para siempre el paisaje de Lanzarote. Este volcán es una parte importante del Patrimonio Geológico de Lanzarote.
Puedes hacer un sendero circular muy sencillo, donde haces un recorrido que te mete dentro del cráter del volcán para, a continuación, dar la vuelta completa al mismo. Os recomendamos que hagáis el sendero al completo, ya que mucha gente se queda solo con entrar al cráter, pero la pared trasera de arena negra es, simplemente, espectacular. El camino está muy bien indicado y señalizado. Recuerda no salirte de los límites del sendero ya que se trata de un paisaje protegido.
Volcán del Cuervo
Muy cerca del Volcán del Cuervo se encuentra la Montaña Colorada, uno de los últimos volcanes creados durante la erupción de Timanfaya, ya que su cráter central entró en erupción en 1736. Su nombre le viene dado por el color rojizo de una de sus laderas, causado por la presencia de óxidos de hierro en la lava. La Montaña Colorada es un ejemplo del tipo de volcanes que podemos encontrar en el archipiélago canario: cráteres simples, de dimensiones relativamente reducidas que sólo son capaces de entrar en erupción una sola vez, dando lugar a construcciones de fragmentos de lava muy espectaculares. Alrededor de este volcán se pueden ver bombas volcánicas, que son el resultado de fragmentos de lava solidificados que fueron emitidos durante la erupción.
El camino de Montaña Colorada es un itinerario circular de escasa dificultad. Una de las cosas que no nos gustó de este sendero es que vimos cantidad de gente saliéndose del camino principal y subiendo a la cima de la montaña. Tanta es la gente que se sale del camino, que se ha formado un “camino” hacia la cima, estropeando así el patrimonio geológico de esta montaña. Este sendero no está tan bien señalizado como el anterior, por lo que esperamos que mejoren este aspecto para que a la gente le quede clara la prohibición (a pesar de que en los paneles informativos te explican que salirse del camino está prohibido y es sancionable).
Otro de los volcanes que puedes visitar es Caldera Blanca. Este trekking tiene más dificultad que los anteriores por lo que nosotras, al viajar con un bebé no pudimos hacerlo, pero seguro que merece la pena el esfuerzo, por lo que si te interesa el senderismo y estos paisajes, no dejes de hacer esta visita.
Cueva de los Verdes
La Cueva de los Verdes es una gruta formada a raíz de la actividad eruptiva del volcán de la Corona. Fue utilizada como escondite de la población frente a los ataques de los piratas procedentes del norte de África durante los siglos XVI y XVII.
En la década de los 60 se decidió adecuar este espacio natural para que sea apto para el turismo y fue Jesus Soto el encargado de adaptar este tubo volcánico para este fin.
La visita a la Cueva de los Verdes se tiene que hacer con una visita guiada. Abre de 10:00 a 16:00, siendo las 16:15 la última visita guiada del día. Nosotras te recomendamos que vengas primero a la Cueva de los Verdes en su última visita y que luego vayas a ver los Jameos del Agua. Cuesta 10 €, aunque ten en cuenta que puedes usar el ticket combinado para ahorrarte dinero.
Jameos del Agua
Los Jameos del Agua se localizan en el interior de un túnel volcánico producido por las erupciones del volcán de la Corona. Los jameos se localizan en la sección del túnel más cercano a la costa y deben su nombre a la existencia de un lago interior originado por filtraciones marinas y que constituye una formación geológica singular.
Los Jameos del Agua es una de las obras de César Manrique, quien supo transformar el desplome del techo de un tubo volcánico en un espacio arquitectónico único. César Manrique pretende mostrar al visitante un espacio para la contemplación de la naturaleza apenas intervenida por el hombre. Es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique y es el reflejo de uno de sus pilares creativos: la armonía entre la naturaleza y la creación artística. Cada detalle de los Jameos del Agua es una continua invitación a la introspección y la ensoñación.
Jameos del Agua
Durante tu visita ten en cuenta que está prohibido tirar monedas al lago, ya que la corrosión de las mismas puede dañar la vida de los cangrejos (munidopsis polimorpha) que habitan en este tubo volcánico, que además es una especie única y endémica.
Abre todos los días de 10:00 a 18:00, pero el último pase es a las 17:15. Te recomendamos entrar en el último pase, ya que nosotras tuvimos la suerte de poder estar prácticamente solas los últimos 15 minutos de la visita, una vez que todos los autobuses con grupos se habían ido y fue todo un acierto. Cuesta 10 €, aunque ten en cuenta que puedes usar el ticket combinado para ahorrarte dinero.
Jardín de Cactus
¿Fan de los cactus? Pues estás de suerte porque esta visita te va a encantar. Situado al norte de la isla, el Jardín de Cactus fue inaugurado en 1990 y fue la última obra de César Manrique en Lanzarote. Acoge alrededor de 4.500 ejemplares de 450 especies diferentes de cactus de Canarias y de otras partes del mundo.
Todos los cactus que aquí se exhiben están perfectamente mezclados en armonía, creando un bonito jardín que además representa un ejemplo magnífico de una intervención arquitectónica integrada en el paisaje. En el punto más alto del jardín se encuentra un molino que era utilizado para moler gofio y data de comienzos del siglo XIX.
Abre todos los días de 10:00 a 17:00. Cuesta 6,50 €, aunque ten en cuenta que puedes usar el ticket combinado para ahorrarte dinero.
Mirador del Río
En el norte de la isla, a 474 metros de altitud se encuentra el Mirador Del Río, otra de las obras arquitectónicas más características de César Manrique. Desde este mirador podrás ver las vistas de la isla de La Graciosa. Abre todos los días de 10:00 a 17:00. Cuesta 5 €, aunque ten en cuenta que puedes usar el ticket combinado para ahorrarte dinero.
Nosotras no visitamos por dentro el Mirador del Río y optamos por la opción gratuita: puedes dejar el coche en el parking del mirador y acercarte a ver las increíbles vistas en la carretera que discurre a mano derecha.
También puedes acercarte al Mirador de Guinate, que se encuentra a tan solo 6 kilómetros y desde donde hay unas vistas muy chulas del risco de Famara y La Graciosa.
Vistas de La Graciosa desde el Mirador de Guinate
Teguise
Teguise fue la antigua capital de Lanzarote desde la primera mitad del siglo XV hasta 1852, que es cuando se trasladó la capital a Arrecife. Fue el asentamiento civil y urbano más importante de Canarias. El casco histórico de Teguise es una preciosidad, ya que es un conjunto de calles empedradas con casas blancas con ventanas verdes.
Calles de Teguise
Los domingos entre las 09:00 y las 14:00 se celebra el conocido mercadillo de Teguise. Siendo nosotras muy fan de los mercadillos, éste en concreto nos decepcionó un poco, ya que había demasiados puestos de souvenirs sin encanto y pocos puestos de artesanos locales. Aún así es el día que más ambiente tiene la localidad de Teguise. Si vas en domingo te recomendamos que llegues a primera hora, ya que estará más tranquilo. Cuando llegues por la carretera te ofrecerán muchos aparcamientos de pago, pero puedes aparcar gratis en las calles adyacentes a estos espacios de pago. Nosotras encontramos sitio muy fácilmente.
Por contraposición el lunes es el día que menos merece la pena visitar Teguise ya que, tras el domingo, es el día de descanso para muchos locales y restaurantes.
Playa de Famara
La playa de Famara es, simplemente, una playa espectacular y uno de los lugares imprescindibles en Lanzarote. A los pies del risco de Famara se extiende una playa de más de 5 kilómetros de arena dorada. Lo más bonito de la playa son los reflejos que se producen con bajamar, ya que las olas entran en la arena durante un largo recorrido, creando un efecto óptico de espejo precioso.
Atardecer en la playa de Famara
Se trata de una playa salvaje, así que no esperes encontrar ningún servicio. Además, su oleaje la convierte en una playa idónea para hacer surf. También es perfecta para darte un baño en días de calor, ver surfear, caminar por la playa y fotografiar los reflejos que se producen con las olas.
El atardecer en esta playa es una explosión de colores rojizos, donde el risco toma una tonalidad cobriza, el cielo se torna rojizo y el mar no deja de golpear con sus olas. Un momento mágico que no querrás perderte en tu visita a Lanzarote.
Playas de Punta de Papagayo
Las playas de la Punta del Papagayo son un conjunto de playas que están dentro de una reserva natural. Para acceder a ellas tienes que recorrer un sendero de tierra de 5 kilómetros en coche que, dependiendo de la época del año y de la hora, cuesta 3 euros. A nosotras en octubre a las 15:00 no nos hicieron pagar.
La Playa del Papagayo es la más famosa y probablemente la que más llena esté, aunque también es la más accesible para bañarse, ya que está muy encajonada. Pero hay más playas como Playa Mujeres, Playa Del Pozo, Playa de la Cera o Caleta del Congrio.
También hay varios senderos para acceder a distintos miradores para ver las playas desde arriba, con los paisajes de la reserva natural de fondo y, además, la isla de Fuerteventura. Un lugar precioso e imprescindible para ver el atardecer.
Reserva natural de Punta del Papagayo
Playa Caleton Blanco
Situada en el norte de la isla, la playa Caletón Blanco es una playa totalmente distinta a las que hemos mencionado anteriormente. Con agua cristalina y turquesa, arena fina y dorada y rodeada de malpaís, esta playa es perfecta para refrescarse en días de calor. Además, si tienes la suerte de encontrar una parcela de rocas que te refugien del viento, podrás estar completamente a tu aire disfrutando de la tranquilidad de la zona.
Al lado de esta playa se encuentra el pueblo de Órzola, un bonito pueblo pesquero, desde donde salen los ferries a La Graciosa.
Los Hervideros, el Golfo y el Charco Clicos
Es la parte litoral del Parque Nacional de Timanfaya y se encuentran de camino al pueblo de El Golfo. Los Hervideros son unas oquedales de piedra denominadas bufaderos, a través de las cuales el mar se filtra con una fuerza singular, creando un espectáculo continuo de oleaje muy potente.
El Golfo es una pequeña localidad que en 2016 contaba con 194 habitantes. Era un antiguo asentamiento de pescadores, que en la actualidad se ha convertido en un importante lugar turístico, con unas casas de lo más pintorescas. Es un buen lugar para comer y nosotras te recomendamos Casa Rafa, uno de los mejores restaurantes donde comimos en Lanzarote.
En El Golfo se encuentra el Charco de los Clicos o Charco Verde, una pequeña laguna cuyas aguas se filtran desde el mar. La laguna posee un color verde esmeralda intenso, que se debe a las poblaciones de microorganismos que lo habitan, que destaca entre la negra lava y el azul del océano.
Casas de El Golfo
La Geria
La Geria es la zona vinícola de Lanzarote y constituye unos de los paisajes más singulares de Lanzarote.
Su origen se encuentra en la necesidad que tuvo el agricultor de la época de recuperar las amplias extensiones de fincas de cultivo sepultadas por las erupciones volcánicas. Se dieron cuenta de que plantar bajo los mantos de ceniza aumentaba la productividad agrícola. De esta forma surgió la idea de escavar en esta capa superficial hasta encontrar el suelo enterrado y realizar allí la plantación, protegidas adicionalmente por pequeños muros de piedra seca.
El resultado son 2.300 hectáreas de terreno que se dedican al negocio de la vid. La modalidad de vino que más se cosecha es la variedad Malvasía. Hay un sendero que va por entre los viñedos, que está muy chulo para ver estos cultivos desde otra perspectiva.
La Geria
En La Geria se localizan la mayoría de las bodegas de la isla. Nosotras visitamos la bodega La Geria y Rubicón, que están una en frente de la otra. En la primera hay un bar donde pedir unos vinos con pinchos, por si quieres tomar el aperitivo. La segunda es la más antigua y puedes entrar gratuitamente a ver la bodega. Tiene una degustación de dos vinos con queso y pan a 3,50 €.
La Santa
La Santa es una localidad de pescadores y surferos. Este pequeño pueblo costero, situado un poco a desmano de las zonas turísticas de Lanzarote, es conocido por sus gambas.
Tanto es así, que cuando los restaurantes tienen gambas, todo el mundo se acerca a comerlas, por lo que vuelan y te quedas sin probarlas, que es lo que nos pasó a nosotras. Una pena habernos quedado con las ganas. Uno de los restaurantes más conocidos del pueblo es el restaurante El Barquillo (El Sótano).
Visitar la Graciosa
Si tienes días de sobra en Lanzarote puedes visitar La Graciosa, ya que se encuentra a tan solo 24 kilómetros de distancia. Puedes ir a pasar el día o puedes quedarte una noche a dormir para así disfrutar de la isla con más calma. Nosotras no pudimos ir a La Graciosa, ya que al viajar con un bebé nos parecía muy complicada la logística, pero estamos seguro que la visita a la más pequeña de las Islas Canarias merece la pena y, si volvemos, será una de las primeras cosas que hagamos.
Esperamos que te sirva este post si vas a viajar a Lanzarote y que puedas disfrutar de esta maravillosa isla.