Si hay algo en lo que coinciden la mayoría de las personas que visitan Berlín es que aquí se respira historia, una historia reciente sin la que no se puede entender la ciudad. Por eso, nos parece importante dedicar este post a conocer su historia, no solo porque es fascinante, sino porque así comprenderás muchos aspectos de Berlín durante tu visita.
ORÍGENES DE BERLÍN (1237-1701)
La fundación de la ciudad de Berlín está datada oficialmente en el año 1237, momento en el que fueron fundadas dos poblaciones: Berlín (lo que hoy es el barrio de Mitte) y Cölln (lo que hoy es la Isla de los Museos). Estas dos poblaciones se unieron a principios del siglo XIV en una única ciudad que conservó el nombre de Berlín. Etimológicamente no está claro el origen del nombre de la ciudad y existen varias teorías: una teoría explica que Berlín podría provenir del termino «Bär«, que significa «oso», en honor a Alberto I de Brandenburgo (1100-1170) al que llamaban «el Oso»; pero otra teoría hacer explica que el origen podría estar en las palabas de origen eslavo «berl» o «birl» que significan «tierra no cultivable» o «tierra deshabitada» haciendo referencia al terreno pantanoso en el que se fundó Berlín.
Desde ese momento, Berlín se convirtió en una villa comercial que estuvo bajo la autoridad de diferentes dinastías gobernantes hasta el año 1415, momento en el que los Hohenzollern tomaron el poder de Berlín. Así Berlín se convirtió en la capital del Margraviato de Brandeburgo, uno de los estados que conformaban el Sacro Imperio Romano Germánico, llamado también Primer Reich, que se extendía por territorios en Francia, Alemania, Países Bajos, Austria, Suiza, Italia, República Checa, Polonia e incluso Croacia.
REINO DE PRUSIA (1701-1871)
El 18 de enero de 1701 se estableció el Reino de Prusia: Federico I se convirtió en rey de Prusia y Berlín fue la capital del recién constituido reino. Federico II el Grande fue el tercer rey de Prusia (1740-1786) y gobernó en el estilo del absolutismo ilustrado. Condujo a Prusia a tres guerras y convirtió a Prusia en una gran potencia europea.
Durante los siglos XVII y XVIII llegaron a Berlín muchos hugonotes (calvinistas franceses) e influyeron tanto económica como culturalmente. Hicieron que la producción textil y la metalurgia crecieran y en 1701 comenzaron a construir su catedral conocida como Catedral francesa (Französische Friedrichstadtkirche) situada en la emblemática Gendarmenmarkt, frente a la Catedral Alemana (Deutscher Dom), antigua iglesia de los feligreses de habla alemana.
Gendarmenmarkt
De esta época son algunos de los edificios que hoy podemos encontrarnos en la famosa avenida berlinesa Unter den Linden, como por ejemplo la Zeughaus, la ópera estatal (Staatsoper), el Palacio del Príncipe Heinrich que desde 1810 es Universidad Humboldt de Berlín o el edificio de la antigua biblioteca (Alte Bibliothek).
También al final de este período, en el siglo XIX, se producen varios hitos a nivel industrial y surgen empresas tan conocidas como Siemens o Schwartzkopff, que atraían mucha mano de obra desde el campo a la ciudad.
IMPERIO ALEMÁN Y PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1871-1918)
El Segundo Reich o Imperio Alemán existió desde la unificación alemana liderada por Otto von Bismarck y la proclamación de Guillermo I el 18 de enero de 1871 hasta la derrota durante la Primera Guerra Mundial y la abdicación de Guillermo II el 9 de noviembre de 1918.
Durante estos años el Imperio Alemán fue una de las economías industriales más poderosas, se convirtió en una gran potencia y Berlín, como capital del Imperio, creció y experimentó un gran desarrollo urbano e industrial. A partir de 1890, las empresas de la industria eléctrica hicieron que Berlín se convirtiera en una metrópolis industrial, conocida como la Elecktropolis. Destacan las fábricas de la compañía general de electricidad AEG (Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft) en Humboldthain, actualmente sede de la Universidad Técnica de Berlín. También en esta época se inaugura el metro ya que se hizo necesario buscar soluciones al tráfico de Berlín. Siemens propuso construir líneas de ferrocarril elevado mientras que AEG propuso que las líneas de ferrocarril fueran por el subsuelo. Hoy en día, en Berlín hay líneas elevadas, que normalmente discurrían por los barrios obreros, como Kreuzberg.
Edificios de la antigua compañía AEG en Humboldthain
Debido a este gran desarrollo industrial, Alemania aumentó también su producción militar y este aumento del militarismo alemán hizo crear las tensiones en Europa y algunas potencias empezaron a formar alianzas. En este clima de tensión europeo se entiende que el asesinato del heredero del trono austriaco, el archiduque Fernando en junio de 1914 fuera el incidente que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Durante cuatro años las potencias europeas se enfrentaron en una guerra, en la que se empezaron a usar armas nuevas, como gas lanzallamas, aviones de guerra o submarinos y que dejó 17 millones de muertos y otros tantos millones de heridos. Alemania tuvo que rendirse en noviembre de 1918 y era una potencia que estaba agotada.
Tras el fin oficial de la guerra tuvieron lugar los tratados de paz. El tratado entre los aliados y Alemania, firmado en 1919 en Versalles, obligaba a que Alemania rindiera todas sus colonias y algunos territorios europeos a las potencias aliadas y que pagara reparaciones de guerra. Esto, va a dejar a Alemania sumergida en una profunda crisis
LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933)
Tras la derrota de Prusia en la Primera Guerra Mundial, la dinastía de los Hohenzollern llega a su fin y se establece la república de Weimar, que es como se conoce al período comprendido entre 1918 y 1933.
Este período se caracterizó por una fuerte crisis económica, fruto de las reparaciones de guerra impuestas a Alemania en el Tratado de Paz de Versalles de 1919. También fueron años de gran inestabilidad política y social, en los que hubo varios golpes de estado militares y derechistas. Todo ello hizo que en 1933 el partido Nacionalsocialista, con Adolf Hitler a la cabeza, ganara las elecciones.
Sin embargo, y a pesar de toda esta inestabilidad económica, social y política, Berlín fue una de las ciudades más cosmopolitas de Europa, rivalizando con París y Viena como capital intelectual. Esos años se conocen como los dorados años 20 y hasta Berlín venían pintores, escultores, compositores… haciendo de la ciudad un hervidero cultural. De esta época son los salones de baile como el Clärchens Ballhaus, un restaurante situado en el barrio de Mitte que abrió sus puertas en 1913 y al que aún hoy en día se puede uno acercar a ver a la gente bailar y el Ballhaus Berlin, el único conservado de la época en la calle Chausseestraße. También de estos años son la Bohéme Sauvage o el mítico cine Delphi, donde se celebraba la Velada del Coctel de Absenta, donde los bohemios se dan cita para tomar esta bebida.
Si quieres saber más sobre el Berlín de los años 20 te recomendamos el libro “Patas arriba: aventuras de una emigrante española en Berlín” de Paloma Lirola Ávila, una emigrante española enamorada de esta época. En el libro nos cuenta su experiencia personal en Berlín con el tono de humor que la caracteriza. También puedes ver la serie Babylon, una serie alemana ambientada en el Berlín de los años veinte y cuya trama es una investigación policíaca.
LA ALEMANIA NAZI Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1933-1945)
El período de entreguerras fue un momento de gran crisis económica para Alemania y durante esos años aún pesaba el recuerdo humillante de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. Todo esto propició el surgimiento del Partido Nacionalsocialista Obrero (o Partido Nazi), cuyo líder era Adolf Hitler. En las elecciones de 1932, los nazis ganaron las elecciones y el 30 de enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller, es decir, jefe del gobierno alemán. Los nacionalsocialistas celebraron este acontecimiento con marchas con antorchas en la emblemática Puerta de Brandenburgo.
Puerta de Brandenburgo
Un mes más tarde, el 27 de febrero de 1933, se produce el incendio del Reichstag y se acusa a un joven comunista de este hecho, aunque la responsabilidad del incendio sigue siendo tema de investigación. Sin embargo, este acontecimiento se considera fundamental para el establecimiento de la Alemania Nazi o Tercer Reich. A partir de ahora se eliminan derechos fundamentales como la libertad de opinión, de asociación y reunión. También se comienza a perseguir a los enemigos políticos y se empiezan a construir los primeros campos de concentración. Muchos políticos, intelectuales y artistas de izquierdas fueron enviados a campos de concentración. El gobierno alemán se convierte en una dictadura unipartidista y se empieza a organizar el poder policial para poder cumplir con las políticas del Partido Nazi, creándose las Tropas de Asalto Nazis (Sturmabtelungen) o SA.
Según los planes de Hitler, Berlín iba a convertirse en la capital del mundo (Welthauptstadt Germania), aunque esto nunca sucedió por el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Hitler junto con su arquitecto Albert Speer proyectaron edificios y un cambio radical urbanístico que no llegaron a realizarse. El primero de estos planes fue el Estadio Olímpico de Berlín de 1936, diseñado por Werner March para los Juegos Olímpicos celebrados ese año en la capital germana.
Uno de los pilares de la política de Hitler fue el antisemitismo, que se fue haciendo cada vez más evidente con el paso de los años. El asesinato de un empleado de la embajada alemana en París a manos de un judío polaco fue la excusa perfecta para la destrucción de comercios, tiendas, viviendas y sinagogas judíos de Berlín (y en toda Alemania), donde se quemaron 11 de las 14 sinagogas berlinesas y se deportaron a más de 1.000 judíos al campo de concentración de Sachsenhausen. En 1942 tuvo lugar una conferencia organizada por nacionalsocialistas en el lago Wannsee de Berlín en la que se coordinó una «solución final para la cuestión de los judíos«. Actualmente, la Casa de la Conferencia Wannsee (Villa der Wannseekonferenz) recuerda esta destrucción planificada en forma de monumento dedicado al Holocausto.
Berlín, como centro de poder de la Alemania nazi, sufrió importantes daños durante la Segunda Guerra Mundial que dejaron a la ciudad completamente destruida, sobre todo en los últimos años de la contienda. El 2 de mayo de 1945 Berlín se rindió al Ejército Rojo en la llamada Batalla de Berlín, durante la cual, Hitler, refugiado en el búnker, se suicidó junto con su esposa, el Ministro de Propaganda Joseph Goebbels y su familia.
Búnker de Hitler
Las cifras son impresionantes: los aliados lanzaron unas 45.000 toneladas de bombas sobre Berlín, los daños materiales se estiman en la destrucción del 75% de la ciudad, la población de Berlín pasó de 4,3 millones de personas a 2,8 millones de personas y 1,5 millones de personas perdieron sus viviendas.
Berlín quedó totalmente destruida y es la razón por la que te pueda parecer que su centro histórico es un poco “feo”. Gracias a la ayuda norteamericana y la voluntad de la población superviviente, en su gran mayoría mujeres, se pudo levantar otra vez Berlín y se volvió a convertir en una ciudad moderna, como lo había sido antes de la guerra.
LA DIVISIÓN Y EL MURO DE BERLÍN (1945-1989)
Tras la Segunda Guerra Mundial Alemania quedó dividida en 4 zonas de ocupación controladas por los países vencedores de la guerra: Alemania Occidental o República Federal de Alemania (RFA), cuya capital fue Bonn y en manos de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, y Alemania Oriental o República Democrática Alemana (RDA), con capital en Berlín y controlada por la URSS. Berlín quedó situada en la RDA (controlada por la URSS) pero la ciudad también fue dividida en 4 zonas de ocupación: los tres sectores occidentales (Berlín Oeste), controlados por Estados Unidos, Inglaterra y Francia y el Berlín este, controlado por la URSS.
Muro de Berlín
El período comprendido entre 1945 y 1989 se conoce como la Guerra Fría y es un enfrentamiento político, económico, social y militar entre los dos bloques ganadores de la guerra (Estados Unidos, Inglaterra y Francia por un lado, y la Unión Soviética por otro). Nunca se llegó a dar un enfrentamiento directo entre ambos bloques y se mantuvo esta tensión a lo largo de los años. Berlín fue uno de los escenarios de esta guerra y consecuencia de ello fue el levantamiento del Muro de Berlín.
En 1948 la RDA cerró los accesos por tierra a Berlín occidental y quedó bloqueado. Por ello, la RFA tuvo que aprovisionar a la población berlinesa occidental con un puente aéreo a través de los aeropuertos de Tempelhof y Tegel. Durante los años siguientes fueron muchos los habitantes del Berlín Este que emigraron a Berlín Oeste, por lo que el 13 de agosto de 1961 la RDA construyó un muro que dividió la ciudad y dejó separados a los ciudadanos de Berlín.
El muro de Berlín era en realidad dos muros de unos 3,6 metros de altura. La zona comprendida entre los muros se conocía como “la franja de la muerte” y además había también vallas de tela metálica, torres de vigilancia, etc. Había solo tres pasos fronterizos para pasar de forma legal pero durante los 28 años que Berlín estuvo dividida, fueron muchos los habitantes de Berlín Este que se las ingeniaron y arriesgaron sus vidas para pasar a Berlín Oeste de manera clandestina.
La división aún es palpable en la ciudad. Si nos fijamos en la arquitectura, en ambos lados de Berlín surgieron edificios impresionantes. En el Berlín oriental destacan los edificios neoclásicos en la Stalinallee (hoy Karl-Marx-Allee), la «primera avenida socialista» del país o también las «urbanizaciones de hormigón armado» de Marzahn, Hohenschönhausen y Hellersdorf. En el Berlín Occidental destacan las urbanizaciones Gropiusstadt, Märkisches Viertel y Falkenhagener Feld. Si quieres conocer más sobre a arquitectura de Berlín puedes leer este post.
Kino International en la Karl-Marx Alle
Como curiosidad, el sistema de tranvías de Berlín también fue dividido en dos con la división de la ciudad. En 1967 la mayor parte de las líneas que pasaban por Berlín Oeste habían sido clausuradas, a excepción de dos de ellas. En 1992 la compañía se volvió a unir pero las huellas de esa división siguen patentes porque la mayoría de las líneas se encuentran en el que fuera el lado este de la ciudad.
Durante los años 80, Berlín Oeste fue el epicentro del movimiento cultural de creatividad e inconformismo juvenil que dio lugar a fenómenos como la cultura punk o la fiebre de la música electrónica. Hasta Berlín Occidental vinieron artistas del mundo musical como David Bowie, Nick Cave, Nena o el grupo Die Toten Hosen y, aún hoy se puede ir a locales tan míticos como la discoteca SO36 en pleno Kreuzberg.
También en estos años comienza a desarrollarse el movimiento okupa en el Berlín occidental, sobre todo en el barrio de Kreuzberg. El movimiento okupa en Berlín no lo formaban residentes afectados por el desalojo, sino que eran jóvenes de izquierdas que se habían mudado a la ciudad y reclamaban una vivienda asequible así como formas de vida diferentes y espacios colectivos donde vivir y trabajar. A principios de la década de los 80 había unas 165 casas okupadas y por eso las autoridades de Alemania Occidental decidieron someterlas a regulación. De hecho, se suele decir que en Berlín no existen verdaderas casa okupas porque tiene algún tipo de contrato con el ayuntamiento.
Edificio Stop War
A partir de 1990 se legalizó la práctica “instanbesetzen”, que se puede traducir como “ocupación de mantenimiento”, por la cual los okupas llegan a un acuerdo con el propietario y normalmente llevaban a cabo tareas de reparación para preservar los edificios. Una de las casas okupas más emblemáticas de Berlín fue Tacheles, en pleno centro de Berlín, un centro okupa de referencia y que para sorpresa de nadie, debido a la especulación inmobiliaria, ahora es un centro comercial o la KÖPI, que sobrevive en pleno Kreuzberg.
De esta época os recomendamos el documental “B-movie: Lust and music in West Berlin 1979-1989” muestra cómo era el Berlín occidental antes de la caída del muro. Mark Reeder es un músico de Manchester que viajó a Berlín en la década de los ochenta atraído por lo que estaba sucediendo en la ciudad. En el documental se suceden imágenes de videos caseros de la época que grabó Reeder en el que se puede ver, por ejemplo, a los ahora famosos Toten Hosen tocando en la puerta de la mítica discoteca SO26. También hay imágenes que son material de archivo y que nos ofrecen un buen retrato del Berlín occidental de los años ochenta. En este post encontrarás más películas y series ambientadas en Berlín.
BERLÍN TRAS LA CAÍDA DEL MURO (1989-hoy)
El 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín y los primeros ciudadanos de la RDA pudieron cruzar libremente al otro lado de la ciudad por el punto de control de Bornholmer Straße, cerca Mauerpark. Se puso fin a 28 años de separación. El 3 de octubre de 1990 se produce la Reunificación Alemana, desapareció la RDA que es anexionada por la RFA, se traslada la capital a Bonn y se ingresa en la Unión Europea. Un año más tarde se decidió que la capital de Alemania volvería a ser Berlín.
Street art en Berlín
Hoy en día Berlín es un nuevo centro de poder político y cultural. Como capital de Alemania, aquí están el parlamento, el gobierno y las embajadas. Berlín es también sinónimo de cultura en la actualidad: hay museos de gran importancia internacional, teatros, óperas, cabarets que hacen que siempre haya algo que hacer en esta vibrante ciudad. Además hay muchos eventos culturales importantes, como la Berlinale, el Jazz Fest, el Love Parade, etc. Berlín es una ciudad que está de moda, en la que residimos muchos extranjeros por lo que hay un ambiente multicultural, algo que sin duda hace más atractiva la ciudad de Berlín.
Ahora que ya conoces la historia, solo te queda descubrir la ciudad, así que pásate por los post sobre Berlin de nuestro blog para recopilar toda la información necesaria para tu visita.