El gran descubrimiento de nuestra ruta por Turquía fue la costa de Antalya. Una costa recortada, montañosa, con playas de aguas cristalinas y de color azul turquesa, bañadas bajo el sol radiante típico del mediterráneo. Una parada ideal para descansar y disfrutar de unos días de playa.
Cala Seyrek Cakil
La mejor época para visitar esta zona de Turquía es finales de septiembre y principios de octubre. Estas fechas coinciden con el final de la temporada, por lo que te vas a encontrar a muchos menos turistas y los precios serán más asequibles. El clima y las temperaturas son ideales, ya que hace suficiente calor como para bañarse y por las noches se puede respirar.
En este post cuando nos referimos a la costa de Antalya nos referimos a la costa oeste mediterránea. La zona de la costa este de Antalya es una zona hotelera donde únicamente encontrarás resorts de todo incluido y con mucho turismo alemán. Sin embargo, al lado oeste de Antalya encontrarás una costa más desconocida, con turismo local y con lugares increíbles. En este post te contamos los lugares más destacados de esta zona.
Atardecer desde Kaş
Te recomendamos que para moverte por la zona alquiles un coche, ya que los pueblos están un poco alejados unos de otros y para acceder a las playas de los alrededores tendrás más facilidades. Si no puedes conducir, no te preocupes, porque en los pueblos hay servicios de minibus que te acercan a las playas o a los pueblos más cercanos.
En este mapa de Turquía, en el desplegable de costa de Antalya, encontrarás marcados todos los lugares que te recomendamos en este post.
Kaş
El pueblo de Kaş está situado a 200 kilómetros al oeste de Antalya. Es un pueblo vacacional, situado en la ladera de una montaña a pies del mar Mediterráneo. Durante los meses de verano es un pueblo que vive del turismo y prueba de ello es la gran oferta de alojamientos turísticos que te vas a encontrar. Es un buen enclave para alojarse y hacer de base para recorrer las playas y calas de la zona.
Vistas de Kaş
Se dice además que las mejores playas de de Turquía se encuentran en Kaş. Nosotras pudimos probar tres de ellas, todas ellas diferentes y con sus peculiaridades.
La playa de Kaputas está situada a 20 kilómetros de Kaş, se considera una de las mejores playas de la zona y una de las más conocidas. Hay que tener en cuenta que hay muy poco espacio para aparcar, ya que la playa está situada a los pies de un acantilado y la entrada es a través de una carretera. La playa no es muy grande, es de piedras, pero el color del agua es turquesa puro. ¡Preciosa!
Playa de Kaputas
La cala Seyrek Cakil se encuentra antes de llegar a la playa de Kaputas desde Kaş. Es una pequeña cala que está en una curva de la carretera. Es una cala muy pequeña y acogedora, pero muy tranquila a primera hora y perfecta para relajarse.
La playa de Patara es la playa más alejada de la zona ya que se encuentra a 40 kilómetros de Kaş. Al contrario que las otras playas que son de piedras, está playa es de arena. Además tiene 18 kilómetros de largo, por lo que es perfecta para dar paseos. Esta playa es de pago, ya que para entrar tienes que hacerlo a través de las ruinas de la antigua ciudad de Patara. Tienes una comprar una tarjeta que cuesta 30 liras y que te permite entrar 10 veces a la playa durante tres días consecutivos. Lo bueno es que no es personal, porque podéis usar la misma tarjeta varias personas.
Playa de Patara
La playa de Patara también tiene una importancia ecológica, ya que durante los meses de mayo a octubre, las tortugas marinas vienen a esta playa a reproducirse y a anidar aquí sus huevos. Es por ello que solo debes caminar por donde está permitido y, aunque esto obviamente no es exclusivo en esta playa, debemos ser lo más responsables con el medio ambiente y practicar siempre turismo responsable en las playas.
Nosotras no lo hicimos, pero en Kaş también puedes practicar el buceo y otra de las actividades populares es hacerte un recorrido por varias islas en barco para pasar el día.
Olympos
Con una atmósfera hippie, alojamientos en bungalows y playas junto a ruinas licias, Olympos es un destino muy popular de relax para mochiler@s. Este destino se empezó a ponerse de moda en los años 2000 por el alojamiento Kadir’s Tree Houses, un alojamiento muy hippie de bungalows que atrajo a mucho turismo internacional, aunque ahora lo que más predomina es el turismo turco jóven de ambiente mochilero.
Olympos está ubicada en un entorno natural de la costa mediterránea de Antalya y es un santuario bohemio. Es un área protegida debido a su importancia natural e histórica. Por eso aquí no se encuentran complejos turísticos, ni hoteles de lujo, únicamente encontrarás cabañas y casas en árboles.
Ruinas de Olympos
Olympos fue una de las principales ciudades de la antigua región de Licia. Los cimientos de la ciudad se remontan al comienzo del período helenístico (alrededor de 300 a. C.). En el año 43 d. C., Licia se unió al Imperio Romano y en esta región se celebraron festivales en honor al dios Hefesto, el dios del fuego y de los herreros y la principal deidad de la ciudad. Durante la cristianización del Imperio Romano, Olympos llegó a ser el asiento de un obispo, pero los continuos ataques piratas hicieron que la ciudad perdiera su importancia.
Hoy Olympos es un paraíso para los turistas. En los últimos años se han construido varios alojamientos: bungalows privados o en cuartos compartidos con amplios espacios comunes y con comida incluida. Nosotras nos alojamos en Bayrams Tree Houses y es un lugar muy recomendable.
Cabañas del alojamiento Bayrams Tree Houses
Para acceder a la playa de Olympos tienes que entrar a través de las ruinas de la antigua ciudad de Olympos. Tienes una comprar una tarjeta que cuesta 30 liras y que te permite entrar 10 veces a la playa durante tres días consecutivos. Lo bueno es que no es personal, porque podéis usar la misma tarjeta varias personas. La playa de Olympos es una playa larga de piedras desde la que te podrás bañar en aguas turquesas con las montañas del antiguo monte Quimera a tus espaldas.
Playa de Olympos
Una de las atracciones principales de esta zona es visitar Yanartaş, las rocas en llamas del antiguo monte Quimera, que arden desde hace nada menos que 2.500 años. Según cuenta la leyenda, el rey licio Bellerophontes tuvo que matar a lomos de su caballo Pegaso a Quimera, una bestia que respiraba fuego. Es por eso que Quimera está enterrado en el monte, pero las llamas de su boca aún se disparan del suelo.
Leyendas aparte, ahora se sabe este llamas son producto de una fuga de gas natural: a través de las grietas de la roca, se filtra metano en el subsuelo, que una vez encendido permanece consumiéndose para siempre.
Para visitar puedes acercarte en coche al parking y luego caminar durante 40 minutos hasta llegar a las estas llamas naturales. Si no dispones de coche, o no te apetece conducir por la noche, todos los alojamientos ofrecen la excursión todas las noches.
Las llamas de Yanartaş
Ruinas de Termessos
A 30 kilómetros de Antalya puedes visitar las ruinas de la antigua ciudad de Termessos. Situada en los montes Tauro, esta antigua ciudad pisidia fue famosa por su inaccesibilidad y es que está situada a una altitud de 1.050 metros, en una meseta, algo muy raro en la época en la que se construyó.
Actualmente los monumentos de época helenística y romana son visibles y destaca el teatro griego, que tenía capacidad para 4.200 personas y que está situado en un enclave único. Es uno de esos sitios que mágicos que sabes que no mucha gente visita pero que es increíble.
Ruinas de Termessos
Antalya
Nosotras prescindimos de visitar Antalya, ya que no íbamos buscando visitar una ciudad costera grande, y preferimos aprovechar nuestros días por los sitios mencionados anteriormente. Nuestro paso por Antalya fue logístico: para alquilar el coche y para coger el avión.
Esperamos que te sirva de utilidad este post y que incluyas en tu ruta por Turquía esta parte del país, un tanto desconocida para nosotras y que consideramos altamente recomendable.