Myanmar (o Birmania) es un país del Sudeste Asiático que hace frontera con Tailandia y Laos al este, con China al norte y con India y Bangladesh al oeste. Muchos de sus países vecinos son destinos turísticos habituales entre los viajeros. Sin embargo, en Myanmar el turismo es una realidad nueva que es posible gracias al fin del régimen militar.
El régimen militar se impuso en los años 60 y ha mantenido a Myanmar aislada del mundo exterior, ha dejado miles de muertos a sus espaldas y ha ejercido una brutal represión. Hoy en día, Myanmar va camino de la democracia aunque aún así existen graves problemas con determinadas etnias en el norte del país: los rohingyá viven discriminados y periódicamente se producen estallidos de violencia que provocan éxodos masivos a otros países, como Bangladesh.
Viajar a Myanmar, y que este destino se haya empezado a poner de moda en los últimos años, es solo posible gracias a la desaparición de la dictadura militar. Por eso, Myanmar es un país fascinante, apenas acostumbrado al turismo (aunque esto ya está cambiando poco a poco). Esto fue lo que nos animó en 2017 a hacer un viaje familiar al país de las pagodas.
Sin duda, la belleza de Myanmar no (solo) está en su riqueza arqueológica, con sus miles de pagodas, ni en sus paisajes. Su belleza está en su gente, su amabilidad, en los hombres con su longui (faldas típicas birmanas), las mujeres acicaladas con thanakha (maquillaje tradicional) y los niños y niñas que te regalan sonrisas.
En las calles de Mandalay
RUTA DETALLADA
En este post nos gustaría contarte cuál fue la ruta que elegimos para recorrer Myanmar durante dos semanas. En el mapa podrás ver también algunos lugares que no pudimos visitar por falta de tiempo pero que seguro te pueden resultar interesantes si planificas tu viaje por Myanmar.
Yangon
Yangon fue la capital birmana hasta 2005 y posiblemente sea el lugar por el que llegues al país. Merece la pena quedarse, al menos, un par de días para descubrir todo lo que te puede ofrecer. En Yangon puedes visitar las Pagoda Shewdagon, una de las pagodas más espectaculares que vas a visitar en Myanmar y que, sin duda, tiene más magia si se visita al atardecer.
Pero la capital birmana tiene más que ofrecer: la Pagoda Sule, el buda reclinado de la Pagoda Chauk Htat Gyi, pasear por el centro disfrutando de los edificios coloniales, con ese aire decadente que nos encanta, el parque Manhar Bandula o el mercado Bongyoke.
Pero si algo deberías hacer en Yangon es montar en el tren circular. Hemos de reconocer que por motivos de salud no pudimos hacerlo, pero por lo que hemos leído es una visita obligatoria en la ciudad. Cuando volvamos, queremos vivir la experiencia porque estamos seguras que en ese tren puedes respirar la esencia de la vida birmana en estado puro.
Yangon
Bagan
Bagan es uno de los sitios más impresionantes de todo Myanmar. Aquí, alrededor del siglo IX, estuvo la capital del reino de Pagan y como testimonio silencioso del esplendor de este reino encontramos miles de pagodas, en concreto 4.446, que se extienden en una territorio que ocupa 42 kilómetros cuadrados. Bagan ya impresionó a Marco Polo, el primer viajero occidental en visitar esta ciudad, y desde entonces no ha sido el único impresionado.
Obviamente es imposible ver todas, aunque hay algunas que no debes perderte como el Templo de Amada, Dhammayangyi Pahto o el Templo de Buledi. Pero sin duda, lo mejor de Bagan es perderse y descubrir pequeños rincones, pequeñas pagodas y observar la vida local que se desarrolla junto a ellas.
En Bagan hemos disfrutado de uno de los mejores amaneceres (y eso que no lo hicimos desde un globo porque nos parece exageradamente caro), pero también hemos disfrutado de atardeceres maravillosos. Bagan es uno de esos sitios que se te queda grabado en tu alma viajera y difícilmente superable.
Bagan
Mandalay
Es la segunda ciudad más grande de Myanmar y, desde luego, es una de las paradas obligatorias en tu viaje por el país de las pagodas. Mandalay, considerada el centro de la cultura birmana, es una ciudad caótica, llena de tráfico y en la que apenas existen las aceras para caminar.
El encanto de su visita está en todo lo que hay que ver en los alrededores, por lo que merece la pena disfrutar de dos o tres días en esta ciudad para poder ver los vestigios de las capitales reales que aquí tuvieron su sede: Amanupara, Mingun, Ava y Sagaing. Estas visitas incluyen algunos de los monumentos más chulos de tu ruta por Myanmar, como el famoso puente de teca U Bein, la pagoda Kuthodaw, conocida como el libro más grande del mundo, o la pagoda Hsinbyume, entre otros. En este post te contamos en detalle qué debes visitar en Mandalay.
Mandalay
Lago Inle
El lago Inle es uno de esos sitios en el mundo que no deberíamos poder visitar para que se mantenga en estado puro siempre, sin que el turismo lo corrompa.
Como puedes imaginar, el lago Inle es una extensión fluvial, habitado desde hace miles de años por la riqueza de sus aguas. Hoy en día sigue siendo motor de riqueza para las economías de las etnias que lo habitan. En el lago Inle, como es de esperar, toda la vida se desarrolla sobre el agua: mercados, calles, casas, tiendas, restaurantes, jardines, templos, etc. Siempre moviéndote sobre las pequeñas barcas motorizadas que te llevan de un lado a otro puedes ver a los pescadores tradicionales en plena faena, visitar los diferentes mercados y jardines flotantes o admirar el Monasterio de Shwe Yaunghwe Kyaung, las Pagodas de Shwe Inn Thein o la Pagoda Phaung Daw Oo.
Lago Inle
Myanmar tiene mucho que ofrecer y ahora que se está abriendo al turismo son muchos los viajeros que apuestan por este destino. Esperamos que esta ruta por Myanmar que nosotras realizamos os sirva si estáis planificando vuestro viaje. Nosotras estamos deseando volver y despedirnos del país con una sonrisa, como se merece.