Situada entre las montañas del Rif, Chefchaouen es una ciudad popular e imprescindible en tu ruta de viaje por Marruecos y es que su peculiaridad reside en que sus calles están teñidas de un solo color, lo que le ha hecho ganarse el sobrenombre de la ciudad azul.
Esta pintoresca ciudad es una parada muy recomendable si viajas por el norte de Marruecos, así que en este post te contamos qué ver en Chefchaouen, la ciudad azul.
Rincones de Chefchaouen
UN POCO DE HISTORIA
Chauen, Xauen o Chefchaouen fue fundada en 1471, en el lugar en el que había una pequeña población bereber. Entre sus habitantes originales había sobre todo exiliados de al-Ándalus, tanto musulmanes como judíos, razón por la cual la parte antigua de la ciudad tiene una apariencia muy similar a la de los pueblos andaluces, con pequeñas callejuelas de trazado irregular y casas encaladas.
Chefchaouen fue considerada durante siglos una ciudad sagrada, donde se prohibía la entrada a los extranjeros, sobre todo a los cristianos. Por esta razón, la ciudad se ha mantenido con pocas alteraciones. Tras la Conferencia de Algeciras en 1906 se instauró el protectorado español en la zona norte del actual Marruecos y, de esta manera, Chefchaouen dejó de estar cerrada para los extranjeros. Cuando los españoles llegaron, la ciudad tenía una importante población judía sefardí que hablaba judeoespañol.
Calles de Chefchaouen
Chefchaouen fue una de las principales bases del ejército español. Estuvo bajo control de la República del Rif entre 1924 y 1926. Fue precisamente en Chefchaouen donde se produjo la ceremonia de traspaso de la soberanía de la región a Marruecos en 1956 y las tropas españolas se retiraron.
En la actualidad Chefchaouen es una importante ciudad turística del norte de Marruecos.
QUÉ VER EN CHEFCHAOUEN
En este mapa de Marruecos, en el desplegable de Chefchaouen, encontrarás marcados todos los lugares que te recomendamos en este post.
Plaza Uta el-Hamman, la kasba y la Gran Mezquita
La plaza de Uta el-Hamman es el centro neurálgico de la medina de Chefchaouen. Era la plaza donde se celebraba el zoco hasta 1970. Hasta aquí venían los vendedores y campesinos bereberes con su comida, atrayendo así a las palomas. De aquí que a esta plaza también se la conoce como la plaza de las Palomas. A día de hoy es una plaza donde encontrarás multitud de terrazas con cafés y restaurantes.
Un edificio que destaca en la plaza Uta el-Hamman es la kasba. Se trata de una fortaleza que ha sido restaurada y cuya estructura se remonta a 1471. El torreón de la kasba domina la medina. Actualmente, en su interior se encuentra el museo etnográfico, donde podrás ver diversos objetos folclóricos tradicionales como cerámica, trajes, telas, armas… Además, en el interior de la kasba hay unos jardines interiores, que son un auténtico pulmón verde para la ciudad y una vista panorámica del jardín y la ciudad desde el torreón.
Otro de los edificios que destacan en esta plaza es la Gran Mezquita del siglo XV, la cual muestra una torre octogonal que es una configuración muy poco habitual en las mezquitas de Marruecos. Como en la mayoría de las mezquitas de Marruecos, la entrada no está permitida a los no musulmanes por lo que solo podrás ver el exterior.
Rincones azules
Pasear por la medina
Aunque es evidente, lo mejor que puedes hacer en Chefchaouen es callejear por la medina. La medina de Chefchaouen no es igual a las medinas de otras ciudades de Marruecos, ya que aquí no encontrarás zocos especializados de los distintos oficios, tan típicos de las medinas de otras ciudades marroquíes como Fez. Esta medina es un laberinto de callejuelas estrechas que van desde la plaza Uta el-Hamman hacia la ladera de la montaña.
Las calles alrededor de la plaza son las más turísticas, así que te recomendamos que camines por las calles más elevadas de la medina ya que es la mejor forma de encontrar los rincones más pintorescos de la ciudad. Si consigues llegar hasta lo alto de la ladera, llegarás hasta los restos de la muralla, que son un vestigio de lo que fue la fortaleza en su día.
Lo interesante de perderse por las calles de la medina es que podrás diferenciarás todas las gamas del color azul en las paredes de sus calles, del más pálido al más oscuro, y que dan el sobrenombre a Chefchaouen de ciudad azul.
Vistas desde la antigua fortaleza
La cascada de Ras El Ma
Desde la puerta Bab el Onsar, en la parte oriental de la ciudad, se llega a la cascada de Ras el Maa. Es un manantial que nace en la montaña y aparece en la ciudad en forma de cascada. Su agua fresca y cristalina abastece de agua potable a la ciudad.
Además de abastecer de agua potable a Chefchaouen, este manantial se usa como lavadero público. Al lado de la cascada, podrás ver una edificación donde las mujeres rifeñas acuden a hacer la colada. Aquí te encontrarás una estampa de lo más cotidiana: mujeres frotando la ropa contra las piedras, animadas conversaciones entre ellas, la ropa colgada al sol… Un lugar que no puede faltar en tu visita por la ciudad.
Vistas panorámicas desde el mirador de Bouzaahfar
Desde los lavaderos públicos, encontrarás un sendero que te guiará hasta la mezquita de Bouzaahfar, también llamada mezquita Española porque fue construida por los españoles. El camino dura unos 20 minutos y, una vez que llegues a la mezquita, podrás contemplar una de las vistas más bonitas de la Chefchaouen desde su mirador.
Desde aquí se ve toda la ladera de la montaña, salpicada por todas las edificaciones en tonos azules y verás podrás comprobar por qué se llama a Chefchaouen la ciudad azul. Te recomendamos que te acerques aquí a la hora del atardecer y disfrutes de la puesta de sol desde este lugar.
Vista panorámica
Plaza Mohamed V
Si quieres salirte un poco de la medina y del Chefchaouen turístico, puedes acercarte a la plaza Mohamed V. Es una plaza cuidada con bonitos bancos rodeada de naranjos y palmeras datileras. En el centro hay una fuente diseñada por Juan Miró, que fue el ingeniero paisajista de este espacio.
Es una plaza relajada con algún café perfecto para tomarte un té, una de las delicias marroquíes. En las calles colindantes podrás encontrarte puestos callejeros de comida y alimentos, perfectos para aquellos que disfruten tanto de los mercados como lo hacemos nosotras.
Chefchaouen… y el hachís
Una de las cosas que nos llamó la atención de la ciudad azul es que cuando corre la brisa, el aire huele a hachís. Y es que en esta zona de Marruecos se encuentran multitud de plantaciones de hachís y marihuana. Es por esto que en la ciudad seguro que te encontrarás gente que te ofrezca hachís o que quieran mostrarte sus plantaciones, no de forma altruista sino pagando.
Vistas de Chefchaouen
Esperamos que si en tus planes está incluir Chefchaouen en tu ruta por Marruecos, no dudes en hacerlo, ya que es una parada fascinante y que no dudamos que te va a encantar.
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