Los konso son un grupo étnico que habita en la región al sur del Lago Abaya. Su capital es la ciudad de Konso, también conocida como Bakuele, que está considerada como la puerta de entrada al Valle del Omo. Los konso hablan la lengua konso, que es un idioma afroasiático, cushita y están compuestos por tres grupos: los garati, los takadu y los turo.
La ciudad de Konso es un buen lugar para alojarse si quieres conocer la zona. En este post encontrarás mucha información sobre los konso, que esperamos que sea de utilidad durante tu visita.
LOS ORÍGENES
No se conocen los orígenes de los konso, aunque sus tradiciones familiares y culturales sugieren que podrían ser el resultado de una mezcla continua con pueblos cusitas vecinos. En 1897, fueron conquistados por el emperador Menelik II y desde entonces han permanecido bajo la administración del estado etíope. No obstante, nunca se intentó convertirlos al cristianismo y la intervención gubernamental se ha limitado a funciones como la recaudación de impuestos, la prevención de conflictos y la introducción de tribunales y fuerzas policiales etíopes.
Hasta mediados de la década de 1960, la falta de carreteras adecuadas mantenía a los konso aislados de los cambios sociales que ocurrían en otras regiones de Etiopía. Este aislamiento comenzó a romperse a mediados de la década de 1980, cuando se emprendieron importantes proyectos de infraestructura vial.
Poblado konso
AGRICULTORES Y ARTESANOS
Los konso se dedican principalmente a la agricultura y la artesanía. Son agricultores intensivos que emplean estiércol animal y humano y construyen terrazas para conservar el suelo. Además, practican la apicultura, produciendo miel de acacia, muy valorada en Europa. Aunque crían ganado, no son grandes ganaderos. Suelen criar vacas, ovejas, cabras y gallinas, pero los productos animales tienen un uso limitado.
En cuanto a la artesanía, destacan como carpinteros, herreros, tejedores, alfareros y trabajadores de la piedra. Producen herramientas, utensilios y objetos como cuencos, estatuas conmemorativas, cestas y calabazas que utilizan como recipientes. La artesanía se destina al comercio, intercambiándose por carne, sal, leche y pieles con otros pueblos vecinos. El comercio tiene lugar en mercados tradicionales diarios ubicados fuera de los pueblos.
En las comunidades konso el trabajo se distribuye entre hombres y mujeres. Los hombres realizan actividades como trabajar el hierro, tejer, construir casas, recolectar miel, reparar terrazas y cuidar el ganado. Las mujeres se encargan de la alfarería, buscar agua, preparar comida y criar a los hijos. Ambas partes trabajan en el campo, aunque ciertas actividades, como trillar trigo y espantar pájaros, son tareas masculinas.
LAS ALDEAS Y EL PAISAJE CULTURAL KONSO
El Paisaje Cultural de Konso, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2011, destaca por sus terrazas agrícolas, muros de piedra y aldeas fortificadas. Estos elementos reflejan una tradición cultural viva que ha perdurado por más de 400 años, a lo largo de 21 generaciones.
Detalle de la entrada del poblado konso
Los konso viven en unas 35 aldeas amuralladas, situadas estratégicamente en colinas o terrenos defendibles y se pueden visitar algunas de ellas. Normalmente en estas aldeas viven entre 1.500 y 3.000 habitantes y suelen ocupar una superficie que oscila entre 6 y 14 hectáreas. Las murallas están construidas con piedra seca (sin argamasa) y miden entre 3 y 4,5 metros de altura. Su función es proteger contra ataques sorpresa, aunque no están diseñadas para resistir largos asedios. Además, las fortificaciones suelen estar rodeadas por un cinturón de vegetación densa, que actúa como una barrera natural adicional.
El diseño interior de las aldeas es laberíntico, con callejuelas estrechas flanqueadas por casas y pequeños jardines cercados. De hecho, es fácil desorientarse cuando se camina por el interior del poblado. Cada aldea tiene una única entrada, lo que refuerza la estrategia defensiva.
Las casas son la unidad básica de residencia y cada una está habitada por una familia nuclear: un hombre casado, su esposa y sus hijos. Nosotros pudimos visitar la casa de Almas, una mujer joven que nos ofreció algo de beber y comer y nos enseñó cómo eran las casas de las aldeas konso. Normalmente las viviendas incluyen cabañas para dormir, una cocina, graneros para almacenar alimentos y establos para animales. Todas las casas están rodeadas por cercas de madera, que no solo protegen cada hogar, sino que también refuerzan la estructura laberíntica de la aldea al crear muros continuos a lo largo de los caminos.
Almas, mujer de la aldea konso
En cada aldea konso hay numerosos espacios públicos de reunión, que son el corazón de la vida social y ceremonial. Durante el día, los hombres se reúnen allí para socializar y discutir asuntos comunitarios, para hablar, bailar o jugar. En estos espacios públicos suele haber una choza comunitaria, que es un lugar importante para los jóvenes konso, ya que este espacio es fundamental para su aprendizaje e integración en el grupo. Estas estructuras y los rituales asociadas a ellas aseguran la transmisión de conocimientos y refuerzan la identidad cultural de los konso.
En los espacios públicos también es común encontrar palos ceremoniales que sirven para contar la edad de la aldea.Si se cuenta el número de palos que hay, se puede llegar a saber la edad del poblado, ya que se erige un tronco cada 18 años.
LA SOCIEDAD KONSO: EL SISTEMA DE CLANES GADAA
La sociedad konso destaca por su compleja organización social, generacional y religiosa. Está organizada en un sistema de clanes y un modelo generacional único conocido como gadaa.
Los konso están divididos en nueve clanes patrilineales exógamos, es decir, están prohibidos los matrimonios entre miembros del mismo clan. Estos clanes regulan aspectos clave de la vida, como el parentesco, la herencia y las relaciones matrimoniales.
Además, la sociedad konso está organizada en un modelo generacional o gadaa, que divide a la población en grupos que asumen responsabilidades específicas en distintos momentos. En este sistema, cada generación se agrupa en una categoría que participa activamente en la toma de decisiones, las actividades rituales, la defensa de la comunidad y el liderazgo.
Los hombres ingresan en este sistema en la adolescencia como parte de un grupo de edad, que avanza de forma colectiva a través de diferentes grados con el tiempo. Cada grado está asociado a responsabilidades específicas en la comunidad y el avance incluye ceremonias y rituales que refuerzan la cohesión social. En la madurez, los hombres alcanzan la categoría de ancianos, la más respetada en la sociedad konso.
La vida social en los asentamientos konso está marcada por numerosas ceremonias de transición, como el paso a un nuevo grupo de edad, los matrimonios y otros eventos importantes. Por ejemplo, cuando los adolescentes ingresan en un nuevo grupo de edad, abandonan sus hogares familiares y pasan las noches con sus compañeros en la choza comunitaria situada en los espacios públicos de la aldea.
Choza comunitaria de la aldea konso
El matrimonio es otro de los eventos importantes en la sociedad konso y generalmente son matrimonios concertados por los padres de la novia. Aunque la poligamia está socialmente aceptada, es poco común debido a los altos costos asociados. En los casos de poligamia, la esposa principal reside en la granja familiar, mientras que las esposas secundarias viven en hogares separados con sus hijos y son visitadas periódicamente por el marido.
LA RELIGIÓN KONSO Y EL CULTO A LOS ANTEPASADOS
Los konso practican una religión tradicional centrada en el dios Waaq, creador de la humanidad, quien, aunque distante, sigue influyendo en sus vidas a través de castigos divinos. No realizan oraciones privadas, sino rituales colectivos. También creen en espíritus malignos, asociados con desgracias y enfermedades, y en fantasmas que pueden contactar a los vivos, especialmente a líderes de linaje.
Los líderes religiosos o pokwalla actúan como intermediarios divinos, mientras que los adivinos, temidos por su conexión con espíritus, se consultan en privado.
El culto a los antepasados es muy interesante y su expresión más visible son las estatuas Waga, esculturas de madera de aproximadamente un metro de altura que conmemoran a miembros importantes de la comunidad. Estas tumbas se suelen ubicar en los bordes de los caminos o campos cultivados por el difunto. El grupo Waga está compuesto por:
- Una estatua central que representa al fallecido.
- Figuras que lo rodean, incluyendo su esposa, hijos, enemigos (con atributos viriles amputados) o animales salvajes como leones o cocodrilos, si el difunto destacó como cazador.
- Tres troncos adicionales: dos de ellos con muescas que indican las nueve tribus konso y el número de generaciones anteriores al líder fallecido. El tercer tronco tiene forma de escudo y lanza, simbolizando la valentía del difunto.
Estas estatuas no se reponen si son robadas ni se levantan si caen al suelo, ya que los rituales funerarios sólo se realizan una vez. Nosotras no pudimos ver ningún grupo Waga en territorio konso.
Cementerio de la aldea konso