“Me cuesta escribir más cosas sobre estos monumentos, pues me parece que si sigo escribiendo sobre ellos nada me creerá…”
Palabras de Francisco Alvares, el primer europeo que visitó estas iglesias en 1520
Lalibela, conocida como la «Jerusalén de Etiopía», es un lugar único en el mundo que no debes perderte en tu visita a Etiopía. Fue la segunda capital del Imperio Etíope y hoy es el corazón del cristianismo ortodoxo en el país. Lo que la hace especial es su impresionante conjunto de 11 iglesias excavadas directamente en la roca, una obra maestra de la arquitectura y la espiritualidad, que es considerada en muchas ocasiones como la octava maravilla del mundo.
Visitar Lalibela es viajar en el tiempo, caminar por los túneles que conectan las diferentes iglesias y sentir la espiritualidad de un lugar donde historia, religión y arquitectura son inseparables. En este post nos gustaría contarte todo lo que necesitas saber para visitar Lalibela, uno de los lugares más impresionantes que hemos visitado.
UN POQUITO DE HISTORIA
Como ya te contamos en nuestro post sobre historia de Etiopía la Iglesia Ortodoxa Etíope fue fundada en el siglo IV y es una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo. La conversión al cristianismo sucedió en tiempos del rey Ezana (320 – 350), un rey axumita que adopta el cristianismo como religión del imperio y se acuña la cruz cristiana en las monedas. A partir de ese momento y en los siglos posteriores, se sabe que la evangelización entre las poblaciones del reino avanzó mucho con la llegada de los Nueve Santos, un grupo de monjes procedentes del Imperio Bizantino, que fundaron monasterios y que tradujeron al ge’ez la Biblia, el libro de Enoc, tratados de teología, etc.
Fieles en Lalibela
En el siglo XI llegó al poder la Dinastía Zagwe, responsable de la construcción de las iglesias de Lalibela y paradójicamente, este es uno de los periodos menos estudiados de la historia de Etiopía. Es difícil reconstruir la secuencia de reyes de Zagwe porque existen listas que ofrecen cinco, nueve, once o incluso dieciséis nombres. Sin embargo, el más célebre de los monarcas de Zagwe fue Lalibela, que vivió a finales del siglo XII y principios del XIII y que fue el encargado de construir el conjunto de iglesias que hoy lleva su nombre.
Según las «Actas de Lalibela», una obra del siglo XV que recoge la historia de este periodo, el rey Lalibela de la dinastía Zagwe reinó entre 1181 y 1221. Se cuenta que, al nacer, un enjambre de abejas rodeó su cuerpo sin causarle daño, lo cual fue interpretado como un signo de que estaba destinado a la divinidad. Su madre, al ver este hecho, exclamó: «Las abejas saben que serás rey». Por eso, lo llamó Lalibela, que en agew significa «las abejas reconocen su soberanía».
Harbav, el hermano mayor de Lalibela, sintió celos y decidió asesinarlo. Lalibela cayó en un sueño mortal, pero unos ángeles lo transportaron al cielo, donde pudo contemplar innumerables construcciones singulares. Dios lo devolvió a la vida con la condición de que, cerca de Roha, la capital de su reino, levantara edificios similares a los que había visto en su visión celestial. Según el relato, Harbav se arrepintió y pidió perdón por sus actos.
Cuando Lalibela fue coronado, mandó construir once iglesias monolíticas, que fueron erigidas en tan solo 24 años. La leyenda asegura que las iglesias se completaron en tan corto tiempo gracias a la ayuda de los ángeles, quienes continuaban el trabajo de los hombres durante la noche.
Pero lo cierto es que la construcción de estas iglesias excavadas en la roca es mucho más compleja y no existe una datación precisa. De manera muy resumida, se sabe que las construcciones fueron terminadas en varias fases durante los siglos VII y XIII y los templos más antiguos fueron, seguramente, edificaciones civiles de la última época del reino de Axum que en el siglo XII fueron convertidos en iglesias.
Rezo en la iglesia Bete Maryam
Los investigadores distinguen cuatro fases en la construcción de las iglesias de Lalibela. En un primer momento, la fase Troglodítica (siglos VII-VIII) consistió en túneles y cámaras abovedadas talladas en roca. Luego, en la fase Hipogea (siglos VIII-XI), se expandieron a grandes iglesias hipóstilas, galerías y sistemas defensivos. En la fase Monumental 1 (1200-1250), se construyeron iglesias monolíticas como Bete Giyorgis y Bete Medhane Alem, con diseños más elaborados. La fase Monumental 2 (1250-1300) completó iglesias del grupo sureste. Finalmente, la fase de Consolidación (siglos XIV-XVII) culminó con la finalización de algunas iglesias y tumbas, como la de Adán y Bete Giyorgis.
Alrededor del siglo XV, las iglesias de Lalibela se convirtieron en lugares de peregrinaje muy populares que conmemoraban a los soberanos de la Dinastía Zagwe y continuaron siendo un lugar importante de peregrinaje en los siglos posteriores.
En 1520 el cura portugués Francisco Álvares se convirtió en el primer europeo que visitó estas iglesias y escribió una crónica bastante detallada que contiene algunos dibujos de estas iglesias. Es interesante destacar que Francisco Álvares quedó sorprendidísimo al visitar estas iglesias y así lo refleja en su crónicas: “Me cuesta escribir más cosas sobre estos monumentos, pues me parece que si sigo escribiendo sobre ellos nada me creerá…”. Francisco Àlvares ya constata en sus crónicas la erosión de la piedra y la degradación de los edificios, aunque hasta la primera mitad del siglo XX no se inician las primeras restauraciones. Finalmente en 1978 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, aún hoy en día, siguen siendo un lugar de culto activo que atrae a miles de peregrinos etíopes viajan hasta aquí para orar y conectar con su fe.
¿CUÁNDO VISITAR LALIBELA?
Se puede visitar Lalibela en cualquier época del año, pero es interesante que tengas en cuenta qué días vas a visitarlas por si quieres o no coincidir con ceremonias religiosas. Por ejemplo, el domingo es el mejor día para visitar Lalibela si quieres ver cómo cientos de etíopes acuden a misa con sus túnicas blancas. La misa de primera hora de la mañana en la Iglesia de Bet Giyorgis es un buen momento.
Además, existen algunas festividades cristianas en las que puede ser interesante visitar Lalibela, ya que la ciudad se llena de peregrinos y fieles y asisten miles de etíopes de todo el país. Eso sí, durante estas fechas los precios suben y la ciudad está llena, por lo que es recomendable reservar.
- Genna – La Navidad etíope que tiene lugar el 7 de enero.
- Timkat – Celebración cristiana ortodoxa de Etiopía que tiene lugar el 20 de enero.
- Meskel – Otra festividad religiosa que tiene lugar a finales de septiembre.
Nosotras no pudimos hacer coincidir nuestra visita con un domingo ni con ninguna celebración religiosa, pero tuvimos la suerte de presenciar un funeral en la iglesia de Bete Medahnea Alem.
¿CÓMO VISITAR LAS IGLESIAS DE LALIBELA?
Para visitar las iglesias de Lalibela, es necesario comprar una entrada (50 euros) en la taquilla situada cerca de la entrada al grupo noroeste de iglesias. Esta entrada es válida para todos los templos y permite visitas durante 5 días. Sin embargo, no incluye los templos fuera de la ciudad, como Yemrehanna Kristos, que está a 42 kilómetros de Lalibela.
Aunque es posible recorrer todas las iglesias en un solo día, lo ideal es dividir la visita en dos días para aprovechar mejor el tiempo. La visita generalmente comienza por el grupo noroeste, ya que está más cerca de la taquilla. Las iglesias abren de 8:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00.
Aunque se puede hacer la visita de forma independiente, es altamente recomendable contar con un guía local. Si llegas a Lalibela sin guía, puedes contratar los servicios de guías acreditados en la zona. Esto no solo enriquecerá tu experiencia al brindarte información detallada sobre las iglesias, sino que también te ayudará a no perderte en la red de túneles subterráneos y semi subterráneos que conectan los templos. Además, los guías suelen tener una buena relación con los sacerdotes encargados de custodiar las iglesias, lo cual es una ventaja adicional. Si deseas, podemos proporcionarte el contacto de nuestro guía, tan solo deja un comentario y te lo facilitamos por email.
Detalle de Bete Medhanea Alem
LAS IGLESIAS DE LALIBELA
El complejo de Lalibela consta de doce estructuras talladas en roca (11 iglesias y una tumba) divididas en tres grupos que fueron excavadas en roca volcánica blanda a lo largo de cuatro fases principales. Los tres grupos están separados por el río Jordanos (Jordán) y de forma resumida, estas son las iglesias que pertenecen a cada grupo:
- Grupo noroeste: al norte del río Jordán, comprende las iglesias de Bete Medhanea Alem, Bete Maryam, Bete Meskel, Bete Denaghel, Bette Mikael y Bete Golgotta.
- Grupo sureste: al sur del río, comprende las iglesias de Bete Ammanuel, Bete Merkorios, Bete Kiddus Gabriel-Rafael, Bete Aba Libanos.
- Bete Georgis: es la más famosa de todas las iglesias de Lalibela y está dedicada a San Jorge. Se sitúa a unos 200 metros de ambos grupos y simboliza el Arca de Noé.
A continuación te contamos un poco más sobre los tres grupos de iglesias excavadas en roca de Lalibela
Primer grupo o grupo noroeste
Bete Medahnea Alem o “La casa del Redentor del Mundo”
Es la iglesia monolítica más grande de Lalibela con sus 11 metros de altura, sus 23,5 metros de anchura y sus 33,5 metros de longitud. El edificio es macizo y sencillo, se sitúa sobre un pedestal y está rodeado por 30 pilares rectangulares y otros 4 cuadrados, cada uno en una esquina. Las paredes son lisas y hay dos hileras de ventana: las de la hilera inferior con formas de cruz de diferentes clases sigue un diseño arquitectónico que refleja influencias de antiguas basílicas axumitas y las de la hilera superior tiene forma de cerradura.
Se accede al interior por la puerta principal, situada en el lado norte y también de estilo axumita, con forma de arco de cerradura y decorada con motivos vegetales. El interior es sencillo y austero. Aquí se custodia la cruz de Lalibela, hecha de oro macizo y que fue propiedad personal del rey Lalibela. Tras el Arca de la Alianza, este es uno de los objetos más importantes de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía. En 1997 la cruz desapareció de su lugar y estuvo dos años desaparecida hasta que fue descubierta por los funcionarios de aduanas en el equipaje de un anticuario belga que regresaba a Bruselas desde Etiopía.
Bete Medahnea Alem
Bete Maryam o “La casa de Santa María”
Desde Bete Medahnea Alem se llega a través de un corto túnel a un patio donde se encuentran tres iglesias: Bete Maryam, Bete Meskel y Bete Danaghel. En el suelo de este patio se encuentran excavadas una pila bautismal y otra pila más grande a modo de piscina, de 11 metros de profundidad, donde son sumergidas las mujeres que no consiguen quedarse encinta con la creencia de que desaparecerá su esterilidad. La más grande de las tres es Bete Maryam con sus 13 metros de longitud, 9,2 de ancho y 9,1 de alto. Esta era la iglesia favorita del rey Lalibela y hoy en día es una iglesia muy popular entre los etíopes y es la más utilizada para cultos y ceremonias. Es un monolito perfecto, que presenta pisos y está situada sobre un pedestal para compensar el desnivel del suelo. En las paredes hay tres hileras de ventanas: la primera hilera de ventanas es de estilo axumita, con ventanas en forma de diferentes tipos de cruz, las ventanas de la segunda hilera tienen forma de cruz latina y las ventanas de la tercera hilera son ventanas rectangulares o cuadradas. Esta iglesia tiene tres puertas que están enmarcadas con porches.
El interior está dividido en tres naves y es sencillo, pero interesante, ya que se encuentra decorado con relieves y pinturas que representan algunas escenas bíblicas, como la anunciación a Zacarías, la visitación de María a Isabel, la cena en la casa de Simón y el paralítico curado con su cama, así como símbolos religiosos entre los que se distinguen la cruz de Lalibela y la estrella de David, entre otros.
Bete Maryam
Bete Meskel o “La casa de la Santa Cruz”
Al norte de Bete Maryam está Bete Meskel, un pequeño santuario rupestre de apenas 9 metros de longitud y 4 metros de anchura. Bete Meskel parece más una capilla excavada en la roca que una iglesia propiamente dicha. Su interior es bastante sencillo y tiene dos estancias que están separadas por tres pilares.
Sacerdote en Bete Meskel
Bete Denaghel o “La casa de las Santa Vírgenes Mártires”
En la pared sur del patio se encuentra la iglesia de Bete Denaghel, la más pequeña de las tres iglesias de este patio con sus 8,6 metros de longitud y 3,6 de anchura. Está dedicada a las cincuenta monjas cristianas que fueron asesinadas por el gobernador romano Juliano el Apóstata en el siglo IV, cuya leyenda se encuentra en el Libro de los mártires etíopes. Es una iglesia muy pequeñita, parcialmente por debajo del nivel del suelo del patio.
Bete Kiddus Mikael (también llamado Dedre Sina) y Bete Golgotta o “La casa de San Miguel” y “La casa del Santo Gólgota”
A través de un túnel excavado en la roca, se accede a un patio donde se alzan las iglesias gemelas de Bete Kiddus Mikael y Bete Golgotta. Junto con la llamada Tumba de Adán, estas conforman el denominado «complejo funerario», uno de los espacios más sagrados de Lalibela. Según la tradición, bajo este complejo reposa el legendario rey Lalibela y se dice que su tumba, cubierta por una losa con supuestos poderes curativos, sólo puede ser abierta con la autorización de la autoridad eclesiástica.
El acceso a las iglesias gemelas se realiza a través de una única puerta. La primera en encontrarse es Bete Kiddus Mikael, una iglesia semi monolítica que se distingue por su estructura de tres naves separadas por pilares cruciformes, cuyos capiteles están decorados con cruces griegas.
A continuación, se encuentra Bete Golgotta, un templo al que las mujeres no pueden acceder, ya que el ingreso femenino está prohibido. En el interior destacan los siete relieves de santos de tamaño real tallados en sus paredes, una pena no haberlo podido ver. En el interior de esta iglesia hay una puerta que conduce a la cripta de Selassie, uno de los lugares más sagrados de Lalibela y a la que muy pocos visitantes han tenido el honor de entrar.
Mujer rezando en Bete Kiddus Mikael y Bete Golgotta
Segundo gropo o grupo sureste
El aspecto de este grupo es menos homogéneo y, de hecho, se cree que es posible que en su origen estas construcciones no tuvieran una finalidad religiosa, ya que no se disponen siguiendo la orientación este-oeste. Sin embargo, algunos creen que este grupo representa la Jerusalén celestial, mientras el primer grupo representa la Jerusalén terrenal.
Las iglesias de este grupo se encuentran dentro de una gran zanja y se accede a ellas a través de cuatro puntos, y toda una serie de túneles y pasadizos interiores conectan entre sí las iglesias.
Bete Ammanuel o “La casa de Manuel”
Esta iglesia está esculpida en un bloque monolítico de roca y con sus 18 metros de longitud, 12 de ancho y 12 de alto es una de las iglesias más espectaculares de este conjunto. Se cree que en origen pudo ser un templo para el rey y su familia debido a que se encuentra en un lugar de muy difícil acceso y casi escondido.
La iglesia se eleva sobre un pedestal con tres escalones y su estilo combina elementos axumitas con características propias de las iglesias occidentales. Sus muros exteriores imitan las bandas de madera y mampostería típicas de los palacios de Axum. En las fachadas, se pueden ver tres filas de ventanas de diferentes estilos: en la hilera superior e inferior hay ventanas rectangulares al estilo axumita, con cruces inscritas en sus marcos, en el nivel intermedio las ventanas tiene forma de arco axumita y en las hileras centrales las ventanas tienen forma de cerradura.
La iglesia también tiene tres puertas de acceso, todas de estilo axumita, situadas sobre un pedestal más alto que la base. El interior está dividido en tres naves, es sencillo y hay un túnel subterráneo conecta con Bete Merkorios.
Bete Ammanuel
Bete Merkorios o “La casa de San Mercurio”
Es una iglesia cueva y es posiblemente la más antigua de todas las iglesias de Lalibela Se cree que la función inicial no fue de iglesia, sino que posiblemente su origen pudo ser una residencia real, sala de banquetes u otro tipo de edificio público importante. Esta teoría se basa en que Bete Merkorios no tiene una planta convencional para una iglesia, ya que tiene forma de triángulo irregular y en que no está orientada este a oeste, como es común en el resto de iglesias. Además, hay una parte de la iglesia que está elevada, lugar que se cree podría haber estado situado el palacio del rey.
Se llega a esta iglesia a través de unos pasadizos laberínticos, que incluso hay que pasar a oscuras y en silencio. Hoy en día se celebran ceremonias religiosas solo en una zona del interior de la iglesia y, de hecho, nosotras solo pudimos echar un vistazo rápido al interior porque se estaba celebrando una misa. Una lástima porque el interior de esta iglesia es interesante ya que hay tres celdas rupestres separadas por un muro y destaca un mural en el que se representan a seis reyes ataviados con ropas reales, pergaminos manuscritos encuadernados en madera y cruces de bronce y oro. Además, en el interior de esta iglesia se guarda una cruz procesional de madera, que se cree que fue traída desde Jerusalén por el propio rey Lalibela.
Bete Merkorios
Bete Kiddus Gabriel-Rafael o “La casa de los arcángeles Gabriel y Rafael”
Esta iglesia es un edificio de dos pisos con ventanas cuya complejidad arquitectónica sugiere que tuvo otra función antes de convertirse en iglesia. Algunos investigadores pensaban que se podría haber tratado de la residencia del rey Lalibela por su apariencia de fortaleza, pero investigaciones recientes sugieren que el complejo data de los siglo VII y VII, por lo que es anterior al reinado de Lalibela y por ello se cree que debió ser un palacio fortificado quizás para la nobleza.
Están dedicadas a los Arcángeles Gabriel y Rafael: en el lado norte se encuentra Bete Gabriel, mientras que en el sur está Bete Rafael. Para entrar a las iglesias hay que cruzar un puente que atraviesa un foso de 10 metros de profundidad que ha sido reconstruido en varias ocasiones debido a derrumbamientos. En la actualidad se cruza una pasarela que fue construida por los italianos durante la ocupación (1935-1941).
La puerta de la iglesia de Bete Rafael tiene forma ojival y la puerta de Bete Gabriel tiene estilo axumita. El interior de las iglesias es más pequeño de lo que se espera y hay dos capillas, ambas con un trazado muy irregular, dedicadas al arcángel San Rafael y el arcángel San Gabriel y que se comunican a través de una puerta. La única decoración interior son tres cruces latinas talladas en la pared.
Bete Aba Libanos o “La casa de San Líbano”
Es un buen ejemplo de iglesia-cueva y tiene una altura de 7,5 metros, una anchura de 7,5 metros y una longitud de 9,5 metros. Está dedicada a uno de los santos etíopes más importantes: San Líbano. Según cuenta la tradición fue construida en una sola noche por la esposa de Lalibela, Meskel Kebra, con la ayuda de un grupo de ángeles.
Esta iglesia está construida aprovechando una oquedad del terreno, lo que hace que el texto esté unido a la roca, mientras que la fachada y los laterales y la parte de atrás están separados de la roca por un túnel estrecho. La iglesia parece inconclusa porque su plataforma sur no está tallada. Sus ventanas y entrada reflejan influencias axumitas, similares a las iglesias rupestres de Tigray. El interior es rectangular con tres naves y pilares redondeados. Tiene frisos, puertas axumitas ciegas y un ábside elevado con arcos.
Bete Georgis o “La casa de San Jorge”
La más famosa de todas las iglesias de Lalibela es, sin duda, Bete Georgis o “La casa de San Jorge”. Bete Georgis, dedicada a San Jorge, es una de las iglesias monolíticas más impresionantes de Lalibela y su construcción se atribuye precisamente a este rey, quien, según la leyenda, recibió la visita de San Jorge en un sueño, lo que lo inspiró a construir esta iglesia en su honor.
Bete Georgis o la iglesia de San Jorge
La iglesia es impresionante y está tallada directamente en la roca, un diseño poco común en Etiopía. Se encuentra en un patio de 13 metros de profundidad, con muros verticales que la aíslan del resto. Tiene una estructura tridimensional en forma de cruz griega, con doce caras, cada una adornada con ventanas y puertas. Su techo presenta una cruz triple tallada, no sólo decorativa, sino también funcional para el drenaje del agua, lo que ha permitido su excelente conservación sin necesidad de cubierta adicional.
Su fachada está decorada con bandas horizontales talladas que dividen la estructura en cuatro niveles que ayudan a disimular el grosor creciente de los muros a medida que descienden hacia la base de la iglesia. Pero además, tienen un profundo significado simbólico, ya que las bandas horizontales podrían representar la división entre lo terrenal y lo divino. La iglesia queda dividida en diferentes niveles que reflejan la idea de ascensión hacia lo sagrado, simbolizando cómo el espacio se eleva tanto en su diseño como en su propósito espiritual.
Se accede a esta iglesia a través de un túnel, en cuyas paredes se encuentran agujeros que, según la tradición, son las huellas del caballo de San Jorge al entrar emocionado. El interior es sencillo y menos impresionante que su exterior. Hay cuatro pilastras en forma de cruz que sostienen los arcos que delimitan la zona central. Al oeste está el atrio, y al este, el sancta sanctorum, elevado y cubierto por una cúpula con una cruz de Malta.
Es una iglesia muy popular y te recomendamos asistir a la misa del domingo al amanecer, cuando el ambiente es más espiritual y es una experiencia única. Además, juega un papel central en celebraciones como la epifanía (Timkat), donde los fieles se congregan en su patio para conmemorar el bautismo de Cristo con ceremonias y procesiones solemnes.
Bete Georgis o la iglesia de San Jorge
QUÉ VER EN LOS ALREDEDORES DE LALIBELA
Existen varias iglesias monolíticas fuera del santuario de Lalibela y todas ellas se pueden visitar en una excursión de un día. Sin embargo, como los monasterios se encuentran en parajes muy aislados, en las montañas, es recomendable contratar los servicios de algún guía. A continuación te contamos que iglesias puedes visitar en los alrededores de Lalibela:
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Iglesia de Mekina Medhani Alem: También conocida como la «Iglesia del Salvador del Mundo», se ubica a 7 km al oeste de Lalibela, en la montaña de Mekina. Construida en el siglo VI dentro de una cueva, conserva frescos antiguos y su estructura recuerda a un templo griego.
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Iglesia de Na’akuto La’ab: Situada a 6 km de Lalibela, este monasterio fue fundado por el monarca Na’akuto La’ab, quien se retiró a vivir como ermitaño en una cueva. Dentro del templo se guardan objetos históricos como cruces, manuscritos, una Biblia ilustrada y un tambor de metal.
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Monasterio de Asheten Maryam: Se encuentra en la cima del monte Abune Yosef, a 3.150 metros de altitud. Desde este lugar hay impresionantes vistas panorámicas y su construcción se atribuye al rey Na’akuto La’ab.
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Iglesia de Gennete Maryam: Ubicada a unos 30 km de Lalibela, esta iglesia monolítica es famosa por su imponente estructura y sus enormes columnas exteriores, que evocan la arquitectura de los templos griegos. Su interior está decorado con frescos antiguos bien conservados, que representan escenas religiosas. Se cree que fue construida durante el reinado del emperador Yekuno Amlak en el siglo XIII.
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Iglesia de Yemrehanna Kristos: Situada a unos 42 km de Lalibela, esta iglesia es única porque no está excavada en la roca como otras de la región, sino construida con madera y piedra dentro de una cueva. Se atribuye su edificación al rey Yemrehanna Kristos en el siglo XI o XII. Su interior está ricamente decorado con tallados en madera y pinturas murales. Además, en el recinto se encuentran numerosas tumbas de peregrinos y monjes que desearon ser enterrados en este lugar sagrado.
Esperamos que este post te ayude a planificar tu visita a Lalibela y que disfrutes de este lugar tan especial de Etiopía.