“Esta tarde nos han confirmado que podremos ver el baile de máscaras”. Así nos anuncian la buena noticia nuestros guías en Benín. Nosotras estamos emocionadas, aunque no sabíamos muy bien en qué consiste esta ceremonia a la que vamos a tener la suerte y el honor de asistir.
LA ETNIA YORUBA
Estamos en Cove, a unos 160 kilómetros al norte de Cotonú, y es nuestro primer día de ruta por Benín. Cove es una de las ciudades más importantes de las colinas de Agonlin y en esta zona habita la etnia yoruba. Los yoruba son una de las etnias más mayoritarias del África Negra y en Benín son el grupo étnico más importante, tras la etnia fon.
En Benín los yorubas reciben diferentes denominaciones dependiendo de su ubicación geográfica. Así, la población yoruba al norte de Abomey hasta la ciudad de Savalu es conocida como mahi y a los yoruba al norte de Porto Novo se les denomina nagó. Todos son, culturalmente hablando, yorubas.
Tras el anuncio de nuestros guías nos montamos emocionados en la furgoneta y llegamos a un pequeño pueblo. Al bajarnos, nos vemos rodeadas de una treintena de niños, algo bastante común en Benín y, por lo visto, en toda África. En África pocas veces se camina solo. De fondo, escuchamos el ruido de unos cánticos y unos tambores.
Representación en un edificio
¿QUÉ ES UNA CEREMONIA DE MÁSCARAS GELEDÉ?
Nos explican que vamos a ver una ceremonia de máscaras Geledé o Gueledé, que es una ceremonia practicada por las comunidades yoruba en Benín. Nuestro guía nos cuenta que en esta ceremonia yoruba la mujer tiene una fuerza vital que posee dos facetas: una positiva en tanto que creadora de vida y una negativa y responsable de la sequía, la esterilidad, las epidemias y la muerte.
En este contexto se entiende que las ceremonias Geledé se celebren, por un lado, para rendir homenaje a la madre primordial, Iyà Nlà, y por otro lado, para rendir homenaje a los poderes místicos de las mujeres, que canalizan las energías positivas y dejan atrás las energías negativas.
Máscara geledé
Es por ese motivo que los rituales Geledé se celebran normalmente después de las cosechas, con motivo de acontecimientos destacados o en caso de sequías y epidemias. Son más frecuentes en la época de renovación vegetativa, es decir, entre los meses de marzo y mayo, que es cuando llegan las lluvias.
Si vas a viajar a Benín, presenciar una de estas ceremonias es difícil pero no imposible. Es importante que viajes con un buen guía que tenga contactos a lo largo del país para que le avisen si va a tener lugar este tipo de ceremonia durante los días que estés por la zona.
QUÉ COMIENCE LA FIESTA
Tras esta pequeña explicación, rodeados de niños y acompañados por una simpática mujer, nos acercamos a la plaza del poblado, que es el lugar donde suelen tener lugar este tipo de ceremonias.
Ahí nos encontramos con el grupo de músicos y cantantes, que suelen ser los primeros en aparecer en las ceremonias Geledé y que ya estaban tocando cuando llegamos. El género musical que se usa para las canciones de las ceremonias Geledé es Oriki y el baile está acompañado por una orquesta compuesta por cuatro tam-tams o tambores de diferentes tamaños y que reciben diferentes nombres: “Iya Ilu” o tambor madre; «Ako Ilu» o tambor masculino y “Omélé Abo” o tambores de acompañamiento femenino y masculino.
Los bailarines van ataviados con coloridas prendas de ropa y uno de ellos sostiene en las manos un objeto hecho con crines de caballo. Bailan en círculo alrededor de los músicos mientras van entonando cánticos en yoruba. Frente al grupo de músicos colocan una serie de bancos para que nos sentemos. “¿Esto lo han preparado para nosotros?”, preguntamos a nuestro guía. “¡No, para uno de los jefes del poblado!”, nos dice.
No queremos ser el centro de atención, aunque inevitablemente lo somos. Dudamos de si todo esto “está pactado” pero de pronto un hombre y una mujer mayor se sientan también en el banco. Ella se levanta y nos saluda con la mano. “Ellos son los jefes”, nos informa nuestro guía local. Nos quedamos más tranquilas porque es en aquel momento cuando te das cuenta de que estás teniendo la suerte de asistir a una ceremonia que no se recrea para distraer al turismo, sino que es para el «consumo local», ya que estas danzas tienen un profundo significado para el pueblo que da vida a las máscaras.
Músicos y bailarines
Estamos sentadas en los bancos, rodeados de decenas de niños y observando todo lo que pasaba a nuestro alrededor. Los cánticos y el ruido de los tambores son repetitivos. De repente se nos acerca una mujer mayor, vestida con coloridas telas rojas y verdes y, poco a poco, nos empieza a sacar a bailar. Nos da vergüenza pero nos unimos al círculo de bailarines que rodean a los músicos, imitando sus movimientos aunque nuestra torpeza queda patente en seguida.
Estoy al lado del hombre que, de alguna manera, parece dirigir los cánticos. Baila y mueve las manos mostrando la palma hacia el cielo y hacia el suelo repetidamente, mientras agita una especie de látigo hecho con crines de caballo. En un momento determinado, me pasa aquel látigo y yo, sin saber muy bien cuál es la importancia de aquel objeto, imito sus movimientos y seguimos bailando.
LAS MASCARAS GELEDÉ
“Ya salen las máscaras”, nos dice nuestro guía e inmediatamente volvemos a nuestros sitios para no perdernos detalle de lo que está por comenzar. Se debe prestar atención a la canción que acompaña la danza, pues es la que explica el significado de la máscara, aunque naturalmente nosotros no comprendemos nada y nos dedicamos a observar con todo detalle lo que va sucediendo.
Primera máscara geledé en salir
Los bailarines salen de la casa situada cerca de la plaza y que es el lugar donde se visten y preparan. Estos bailarines van ataviados con telas coloridas que cubren sus rostros. La identidad del bailarín no se oculta ya que su rostro se puede ver a través de la tela transparente que lleva sobre el rostro. Sobre la cabeza se colocan las máscaras, aunque más que una máscara podríamos decir que era una especie de sombrero o casco.
Las máscaras están esculpidas por artistas a partir de un trozo de madera cilíndrico que luego se pinta. En ellas se distinguen dos partes bien diferenciadas. La parte inferior suele representar una cara femenina en calma y estática y en la que se pueden reconocer algunas de las características comunes a los yoruba (como los ojos almendrados o las tres pequeñas escarificaciones sobre los ojos o la frente). La parte superior es más compleja y suele estar ligada a la creatividad del artista. Aquí se incluyen diferentes escenas de la vida diaria yoruba y muchas veces narran una historia.
Además, los danzantes llevan unos aros metálicos (chawolos) en los tobillos que se mueven al bailar y el sonido que producenn se une al de los cantos yorubas.
Las primeras máscaras salen y bajo ellas intuimos por el tamaño que hay dos niños. En la parte superior de la máscara llevan dos ollas. El simbolismo se nos escapa pero observamos sus movimientos y tras rodear al grupo de los cantantes y músicos, se ponen a bailar frente a nosotros. Van muy bien sincronizados y vemos que van acompañados por otro niño, que de vez en cuando se acerca a darle lo que creemos que son instrucciones. También observamos como cerca de los bailarines hay alguien que les abanica y es que bajo esos atuendos debe hacer bastante calor.
Según nos explica nuestro guía, una de las primeras máscaras que suelen aparecer en las ceremonias Geledé representa a Ogbagba, que es el mensajero de los dioses y tiene rostro de hombre. Parece que es la segunda máscara que hace aparición. Observamos que en la parte superior de la máscara tiene una mujer arrodillada e inclinada hacia delante frente a una especie de cabaña hecha con hojas, de la que según se mueva el bailarín va saliendo y entrando un pene. Esta máscara provoca grandes risas entre todos los niños que nos rodean.
Después sale otra máscara. Esta vez reconocemos que hay un adulto bajo el atuendo por el tamaño. También tenemos una representación de la sacerdotisa principal de la sociedad que se llama Elechè, que tiene una hermana gemela y, como los gemelos no se pueden consagrar por separado, están las dos juntas, talladas en lo alto de la máscara.
Máscara geledé de la sacerdotisa Elechè
A continuación aparece una máscara que representaba a una mujer embarazada y que está dedicada a la mujer como madre. Nos cuenta nuestro guía que la canción habla de que la mujer es la madre de la humanidad, del poder de la mujer en la gestación y el parto, del dolor que sufre y del respeto que se merece.
Nos parece interesante mencionar en este punto del relato que la danza de máscara Geledé está asociada a un mito yoruba. Según este mito, hace mucho tiempo Yewajobi, que era la madre de todos los Orisha o divinidades yoruba, no pudo tener más hijos. Esto le produjo gran desconsuelo y fue en busca del Gran Oráculo de Ifá. El oráculo prescribió un baile con máscaras y algunos ritos antes de que pudiera concebir. Así, siguiendo el consejo del Oráculo, buscó unas imágenes de madera, las adornó los brazos con anillos de metal y las hizo bailar. Poco después nació un niño al que llamó Èfè, sinónimo de alegría y broma. Luego nació una niña, que se llamó Gèlèdè porque era muy gorda y bailaba tan bien como su madre Yewajobi.
Pasado un tiempo, Èfè y Gèlèdè quisieron tener hijos, pero les resultó imposible. Gèlèdè también fue a ver al Gran Oráculo de Ifá que le prodigaba los mismos consejos que ya le había dado a su madre Yewajobi. Así Yewajobi le dio a su hija sus anillos de metal y sus máscaras y Gèlèdè bailó. La historia no cuenta cuántos hijos tuvieron Gèlèdè y Èfè juntos, pero esta es la historia que cuenta el origen de este baile de máscaras.
El baile continua al menos una hora más y salen 4 máscaras más. Todas salen individualmente y bailan ante nosotras. Como ya hemos dicho antes, los cánticos en yoruba que acompañan a cada danzante informan del significado de la máscara. Por eso, hay muchas cosas en esta ceremonia que se escapan a nuestra comprensión. Salen diferentes máscaras con diferentes figuras en la parte superior: una lleva con hojas de banano sobre la cabeza, otra una figura que gira sobre un mismo eje, e incluso en un caso el danzante va sobre una especie de zancos y parece representar a un animal o demonio.
Máscara de la mujer embarazada
Lo interesante es observar la pericia del danzante para hacer mover la parte superior de la máscara, que en algunos casos es móvil. Los músicos siguen tocando los tambores y la gente sigue bailando. Al final, nos vuelven a invitar a bailar y, menos tímidos, no dudamos en unirnos al círculo.
La ceremonia de Geledé está declarada Patrimonio Inmaterial por la una UNESCO y es que la importancia de su tradición oral y sus danzas radica en que son testimonio de un orden matriarcal antiguo. Hoy en día, el Geledé se ha adaptado a la sociedad patriarcal de nuestros días y los que bailan bajo las máscaras son hombres. Eso sí, se visten con telas multicolores y enfatizan los pechos, la cintura estrecha y las nalgas de la mujer porque el Geledé es el único grupo de máscaras dirigido exclusivamente por mujeres, o al menos lo fue en su origen.
Disfrutar de un baile de máscaras Geledé es una experiencia única y por eso te recomendamos viajar a Benín durante los últimos meses de la época seca para que puedas disfrutar de este espectáculo.
Podríais facilitarme el contacto de vuestro guía? Es de habla hispana?En marzo del 24 voy a ir y estoy planificando todo.
Lo agradecería muchísimo.
Hola María, el guía habla español perfectamente y nos encantó. Te mando un email con el contacto del guía. Saludos.
Hola! Puedes compartir el contacto del guía? Muchas gracias!
¡Hola! Te mando un email con el contacto. Un saludo.
Hola, enhorabuena por el blog, estoy interesada en viajar a Benin y planificar el viaje y sería genial con algún guía que nos facilite la estancia, podrías indicarme el contacto del guía? mil gracias.
¡Por supuesto! Te hemos mandado un email con el contacto. Saludos.